Parece ser que a los votantes del Partido Popular les importa un carajo la corrupción y, aunque nos hayan robado a manos llenas, no le dan mayor importancia y siguen votando a un partido estable en la corrupción. Casi no hay una semana en la que no salga un caso nuevo (ya a nadie convence lo de las manzanas podridas o las ranas) y el Partido Popular está siendo investigado como partido.
Eso sin contar con los recortes, pérdida de derechos laborales, la deuda histórica que deja por encima del 100%, la hucha de las pensiones que dejó señor Zapatero en 66.815 millones y la ha dejado temblando, sólo queda 35.035 millones en enero de 2016.
Si al final el señor Rajoy sigue gobernando otros cuatro años, se le habrá dado carta blanca para hacer más de lo mismo, y en las elecciones, lejos de castigar de la corrupción se le se le ha premiado con los votos.
Naturalmente, cada dual es libre de votar a quien crea oportuno, pero luego no sirve de nada quejarse.