Es increíble que año tras año la fiesta de la carpa universitaria se convierta en la fiesta de la falta de respeto por los demás y por la naturaleza. Por supuesto, tienen todo el derecho a la fiesta y a divertirse, pero? sin pasar tan cochinamente por encima de los derechos de los demás y de la madre naturaleza.

Hubo grupos de jóvenes que responsablemente pusieron su basura en los contenedores y papeleras, pero la mayoría dejó todo hecho un vertedero, teniendo múltiples posibilidades a escasos 2-5 metros. A esto se le llama dejadez, desidia, mala educación, pasotismo y nula capacidad para cuidar el medio ambiente, que cada vez está más degradado con nuestro estilo de vida.

El espectáculo fue bochornoso. Había un montón de bolsas de plástico que se iban volando hacia nuestro preciado paseo del Arga. Debo recordar que éstas tardan en torno a 150 años en degradarse en la naturaleza según tengo entendido. También había botellas y latas arrojadas hacia las laderas del mencionado río, patrimonio de todos.

Es inconcebible que las autoridades municipales sólo manden a 2 policías municipales a controlar este vertedero que es en lo que se convirtió el parque de la Media Luna. Desde luego, está clarísimo que hace falta tomar medidas más completas e integrales para que esto no se siga produciendo. Multas individuales o a la organización de la carpa, más efectivos que estén presentes, buscarles un lugar vallado que luego tengan que limpiar ellos antes de irse (a esto último se le llama responsabilidad), etcétera. Espero que nuestro Ayuntamiento tome cartas en el asunto cuanto antes y no espere a que se produzca, otra vez, esta fiesta de la contaminación y falta de respeto, sobre todo a enfermos y personas mayores que tienen su derecho a disfrutar de la belleza de ese parque y la naturaleza.