soy habitual usuaria del auditorio desde que se inauguró en marzo de 2003. A lo largo de estos años he acudido a múltiples eventos, he animado a amigas y familiares a acudir a sus actividades y espectáculos, así que se puede decir que he disfrutado de su oferta cultural muy a menudo, todos sabemos que aporta conocimiento, entretenimiento y capacidad de crítica a la sociedad.

De todos es sabido que la trayectoria del auditorio ha sufrido continuos vaivenes por motivos económicos y políticos, sin embargo, se ha conseguido mantener siempre a flote a pesar de pasar por situaciones económicas agónicas. Y creo sinceramente que ha sido gracias a la implicación de su plantilla. Esa implicación se respiraba siempre al entrar al auditorio; al acudir a un concierto o preguntar por los nuevos eventos y proyectos, al llamar para apuntarme a un curso o a un sobrino a los campamentos. Se nota perfectamente cuando en una organización hay ilusión y ganas de trabajar, te tratan de manera cercana, atentos y al mismo tiempo profesionales. El auditorio ha sido durante muchos años la mejor referencia cultural de la comarca.

Sin embargo, desde hace más o menos un año vamos notando personas habituales y yo un cambio... y no parece que sea bueno. Además, hemos podido leer en la prensa una serie de acontecimientos y que me llevan a preguntarme. ¿Qué está pasando en el auditorio?

De las cuatro personas que trabajaban en la oficina llevando la gestión desde hace años no queda ninguna. Me han dicho que dos de ellas se han ido por “mal ambiente” y por presiones laborales, después, en agosto del año pasado, leo un titular que decía: “El gerente del auditorio despedido de forma unilateral por parte del presidente del auditorio”. A partir de ese momento se pudieron leer en prensa continuos rifirrafes entre miembros del patronato que a su vez son concejales de Barañáin. Pero no solo eso, además en aquellos meses también transcendió a la prensa que el presidente del auditorio (técnico de sonido de profesión) estuvo trabajando de forma dudosamente irregular en el propio auditorio, en eventos producidos por el auditorio del que era presidente y que había contratado a autónomos para cubrir los puestos de las trabajadoras que ya no estaban, en una posible situación irregular de “falsos autónomos”. Hace unos días también pudimos saber que el presidente del auditorio decidió, de nuevo de forma unilateral, no renovar el contrato de la responsable de la programación del auditorio. Raro, muy raro, rarísimo y muy sospechoso.

¿Qué está pasando? ¿Todo esto ha ocurrido de verdad? Y si es así, señores concejales y señora alcaldesa: ¿dónde están sus responsabilidades? ¿Cómo es posible que este señor siga siendo el presidente del auditorio, haciendo y deshaciendo sin consensuar nada? ¿Quién nos va a aclarar ésta situación?

Señor presidente, usted no puede trabajar de técnico, ser presidente y concejal. Es ilegal, inmoral y una falta de respeto para todos los habitantes de Barañáin. Presión laboral a trabajadoras, contratos a dedo para sustituirlas, falsos autónomos, externalización irregular de puestos de trabajo estructurales, despido unilateral al gerente, trabajos irregulares... Y todo ello realizado por este presidente de forma unilateral.

No puedo entender cómo pueden desmantelar una organización que funcionaba estupendamente. Aclaren el chanchullo y restituyan a la plantilla, es momento de depurar responsabilidades.

Como diría Chavela Vargas: “Que las verdades no tengan complejos y que las mentiras parezcan mentiras”.