De toda la bibliografía del Dr. Arazuri, su obra Pamplona, calles y barrios es, posiblemente, la más conocida y la que mayor éxito ha logrado desde su publicación. Desglosada en tres tomos, el autor nos muestra, en pequeñas reseñas biográfico-históricas, a los personajes, términos toponímicos, así como diversas localidades, tanto navarras como allende de nuestras mugas forales, o determinados espacios geográficos como ríos, montes, amén de otras opciones que, en su conjunto, configuran el callejero municipal, siendo sin duda un excelente trabajo de consulta para cualquier ciudadano interesado mínimamente en la historia de nuestra ciudad. Sin embargo, desde su salida de la imprenta y, sobre todo, tras el fallecimiento del escritor, Pamplona ha crecido sustancialmente, se han creado nuevos barrios: Lezkairu, Buztintxuri, Arrosadía... O el crecimiento y desarrollo de otros como Mendillorri, etcétera, con lo que esto conlleva de creación de más calles, más plazas, además de la potenciación de parques y jardines, y todo ello con su correspondiente designación en la nomenclatura pamplonesa y sin contar con los diversos cambios de nombre que se han llevado a cabo en diversas calles y plazas, algunas de muy reciente aplicación.

A la vista de esta situación afloran interrogantes y reflexiones dirigidas a quien corresponda. ¿Por qué no se reedita, no se hace una nueva edición de la obra del Dr. Arazuri? Con la lógica inclusión, naturalmente, de todas las vías y demás espacios urbanos construidos con posterioridad a la publicación del texto. De no ser así, el trabajo se puede considerar incompleto o inacabado a pesar de la importancia e interés -que la tiene- para el ciudadano local que siempre se ha mostrado propenso por esta clase de temas, tan nuestros, tan de la tierra, bien sean locales o del resto del territorio foral.

Puesto que el recuerdo del centenario del nacimiento de este médico e historiador local, tan querido en la capital navarra, ha pasado sin pena ni gloria, ya que hubiera sido una buena excusa para completar la recopilación y homenajear la labor al autor de Pamplona, calles y barrios, aunque no creo que hagan falta muchas excusas para llevar a cabo dicha recopilación. ¿Es factible? O como dice el dicho: “Si se quiere, se puede”. ¿O no?