Dulce porque, por un lado, el Supremo ha decidido dar vía libre para la exhumación de un dictador que nunca debió ser enterrado con honores. Una decisión del alto tribunal que nos hace albergar la ilusión de que en un futuro, la independencia del poder judicial, después de muchos ejemplos decepcionantes, pueda ser una realidad en este país. Un día que alivia el estigma de sentirnos avergonzados durante más de cuarenta años. Parece ser que fue idea de nuestro rey emérito, quien nunca perdió la oportunidad de manifestar su admiración por Francisco Franco, un dictador, que sumió este país en la sinrazón más deleznable y en un atraso social que seguimos intentando sacar adelante, quien decidió que lo enterraran en plan faraónico, en el Valle de los Caídos, agradecido por haber impuesto la monarquía con él al frente del Estado. Y seguramente también por haber resuelto la situación económica de los Borbones, que sería considerada paupérrima en aquellos momentos, comparada con la actual, que según la revista Forbes, milagrosamente, es una de las familias más ricas de Europa.

Pero la acritud la seguiremos arrastrando porque no hemos dado la talla para conseguir que se hiciera justicia en este país con respecto a la dictadura y posteriormente con la farsa de la transición. Hemos soportado y seguimos haciéndolo, la ignominia social, cultural y económica de los herederos del franquismo, que de la mano del fundamentalismo católico, por debajo del suelo como los topos, han dinamitado permanentemente una educación decente en este país colando, adoctrinamiento religioso, por educación.

Un estatus social, que hipócritamente, aunque sin éxito, ha pretendido pintarse de demócrata y que en estos días se ha quitado ostensiblemente la careta. La monarquía constitucional es una tomadura de pelo semánticamente contradictoria. Democtracia solo se puede escribir en republicano. Esta institución ha tenido la gran suerte de que la palabra república se haya visto satanizada por nuestros mayores, después de haber sufrido los horrores de la guerra, la humillación de la posguerra y la dichosa transición. República = a guerra civil española sea quizás una de las causas por la que los Borbones sigan ahí. De aquellos lodos, estos barros.