Vaya por delante que soy un gran aficionado al fútbol, lo he practicado largamente como aficionado y lo sigo de cerca; sin embargo, la mayor parte de lo que lo rodea actualmente me produce náuseas.

Llevamos décadas viendo y oyendo cómo insultan a los futbolistas negros: les echan alguna banana, les dedican sonidos semejantes a los que producen los simios, les gritan? Pero nunca se ha suspendido en el Estado español un partido de fútbol.

Resulta que hemos visto cómo se insultaba a pueblos (quisiera ser tan alto como la luna para poner los cuernos a Cataluña), a colectivos (euskal presoak cámara de gas), a clubes (todos a una puto Osasuna), todo ello en el Bernabéu. Además, exhibiendo banderas y símbolos franquistas, incluso cantando el Cara el Sol. Por supuesto, no se suspendió ningún partido.

Resulta que hemos visto cómo se falta al respeto a muchos futbolistas llamándoles “subnormal” en el Bernabéu. Incluso a la familia de alguno de ellos, caso de Piqué en el campo del Espanyol, o más recientemente cómo a uno de ellos le han dicho que no era hombre y le han deseado la muerte a coro miles de personas sin que el resto de los asistentes se inmutara en el campo del Atlético de Madrid. De todas formas lo llamativo en el caso de este último equipo ha sido comprobar cómo sus seguidores mataban a dos personas en los prolegómenos de sendos partidos y ¡¡¡no se suspendieron!!!

Pues bien, el domingo llamaron en el campo del Rayo Vayecano “puto nazi” a un jugador quien, según algunas pruebas (fotos), es neonazi. Así que el insulto sería “puto”, lo otro sería descripción en el caso que lo sea. Si no lo es el agravio sería similar, o menor, a otros señalados anteriormente, excepto los asesinatos, claro. Lo aparentemente extraño es que los diferentes estamentos que controlan el fútbol suspendieron el partido. Así que los dirigentes del fútbol hicieron por el insulto “puto” y por el supuestamente “nazi” lo que no hicieron por dos asesinatos.

¿Esto qué es? ¿Miedo al fascismo? O es que lo somos, ¿eh, señor Tebas? A no ser que sea el inicio de una campaña para deshacerse de una respetable afición que por varias razones incomoda a muchos poderes.

¡¡¡Viva el Rayo Vallecano!!!