Incompresible esta expresión rotulada en uno de los paneles informativos vandalizados por alguna mente descerebrada en Bidangotze. Unos paneles informativos y postes de dirección con información destinada a conocer caminando o en bicicleta, el patrimonio natural, cultural, gastronómico o de artesanía propia de Bidangotze. Cuesta creer que en la parte más vaciada de población de Navarra, haya quien no apueste por dar vida al menos los fines de semana, a una pequeña población del valle de Erronkari.

El movimiento del turismo rural en Navarra ha sido un referente desde que en el año 1990, inició su desarrollo con las casas rurales y albergues de montaña. En estos treinta años ha sido ejemplar y económicamente productivo. La FNDMyE (Federación Navarra de Deportes de Montaña y Escalada) apostó por la creación de senderos circulares con el fin de contribuir en dar vida a la navarra vaciada y en este caso poner en valor al pueblo de Bidangotze. Los montañeros sabemos que caminando es la mejor manera de conocer un pueblo o un valle.

No es nuevo este incomprensible rechazo a los intentos de abrir las puertas a los visitantes que vienen sin otra idea que conocer su tierra. En 1997, la FNDMyE una vez inaugurada una amplia red de senderos circulares, desplazada a lo largo del Pirineo navarro entre Isaba y Bera, pasó algo parecido. Personalmente tuve la amarga experiencia de ver en los valles de Erronkari y Saraitzu varios paneles informativos destrozados sin justificación alguna. Unos fueron vandalizados con sprays de color negro en la capital del valle de Erronkari, en Garde... otro quemado con gasolina en Urzainki, el de Bidangotze tiroteado y otros martilleados en Otsagi, en el valle de Saraitzu.Finalmente no me queda más que respaldar al alcalde Tomás Pasquel y al resto de la corporación, así como al pueblo de Bidangotze que en auzolan restauraron los destrozos, animaros a dejar las puertas abiertas a los visitantes de ese bonito txoko entre montañas.