Con la llegada de las fiestas de San Jorge, podríamos decir que comienza el calendario festivo de los barrios de Iruña. Pero en realidad es algo continuo, ya que desde las coordinadoras culturales y desde los distintos colectivos vecinales la actividad no cesa durante todo el año, dotando así a los barrios de actividades festivas y culturales de lo más diverso dentro de las posibilidades que ofrece cada momento.En primer lugar, quería reconocer la labor a esas personas voluntarias que lo hacen posible, dedicando mucho tiempo a generar estos espacios de convivencia vecinal, dando lo mejor de sí mismas con una mirada comunitaria amplia. Habitantes de los barrios, diversas en edad, pensamiento, etcétera. Lo cual enriquece en sí mismo lo programado y las vivencias. Pero que les une un mismo objetivo. Dotar a los barrios de actividades variadas, abiertas y gratuitas. Donde quien así lo quiere puede participar y socializarse con el resto.En Pamplona se cuenta además con el añadido negativo de que el Consistorio, más allá de proporcionar medios, como sería lo lógico y que es lo que se hace en la mayoría de sitios, pone pegas, e incluso en ocasiones persigue lo que se hace, ya que no son muy amigos de la autogestión vecinal. Cobran por la utilización de la vía pública (por realizar actividades abiertas gratuitas sin ánimo de lucro), no facilita escenarios, carpas, baños u otra infraestructura, que tiene que ser costeada por los vecinos. Pero se apresura a cobrar a los industriales feriantes que ponen sus aparatos que dan vida al conjunto. Podría añadir muchas más cosas con datos objetivos, pero lo dejo para algún monográfico. En resumen, el poco apoyo del Consistorio y las pegas para desarrollar las actividades es de vergüenza, por decirlo suave.Este año, al igual que el pasado, las personas voluntarias se han tenido que reinventar, pero no han cesado de ofrecer actividades con seguridad, en recintos con aforo reducido, o desde las redes sociales.Desde estas líneas mandarles también el apoyo a tantas personas y colectivos afectados por la situación actual. Industriales feriantes, artistas de lo más diverso, técnicos de sonido y luces, empresas de alquiler de sonido o de infraestructuras. Hostelería y pequeño comercio, etcétera. Todos ellos y muchos más hacen posible que los actos se puedan desarrollar en cada ocasión, o aportan diariamente a la vida vecinal. Asimismo, decirles a esas personas que frívolamente comentan que sin fiestas y actividades se puede estar otro año más, que tengan algo más de miras, que no solo es juerga o espacios para la socialización, que está en juego el trabajo de muchísima gente, y que en este momento no se podrá hacer, pero que sí pasa, y mucho. A nivel económico, a nivel anímico, etcétera.Esperando que cuanto antes se puedan usar las calles y plazas de cada uno de los barrios, y que también se puedan llenar de color, de música, teatro, circo, gigantes o de calderetes, etcétera, y poder ver a las personas disfrutando y enriqueciéndose culturalmente o socialmente en cada ocasión. Ya si es con un cambio de actitud desde el Consistorio, dejando de lado su ya habitual mal hacer, y que se dediquen a gestionar para todos, mejor. Aunque actualmente, viendo el talante de los que están en el equipo de gobierno lo dudo, y más con el apoyo incondicional que les brinda el peor PSN en el ayuntamiento de todos los tiempos. Por unos barrios de Iruña llenos de vida y color.