El jueves 22 de abril, a las 22 horas, una familiar mía terminó su turno de tarde como enfermera y fue a coger el coche que tenía aparcado en la calle Ermitagaña para ir a casa. Pero se encontró con que se lo había llevado la grúa. Esta persona vive en un pueblo a 22 kilómetros de Pamplona y necesita el coche para ir al trabajo. Lleva más de un año trabajando a turnos en la planta covid del Complejo Hospitalario por lo que aparca frecuentemente en zona naranja. Suele pagar con Telpark y, aunque estaba convencida que ese día también lo había hecho, parece ser que no validó el pago y por tanto incumplía la norma aprobada en la ordenanza municipal. Entonces miró en la página web del Ayuntamiento que indicaba que el depósito municipal atendía las 24 horas. Pero al llegar estaba cerrado. Llamó al teléfono que figura en la web y después de varios intentos le atendió el jefe de turno que le dijo que el servicio de noche solo funcionaba los fines de semana. Tras hacerle notar que eso no era lo que figuraba en la web, le respondió que tenía razón pero que era una decisión de la autoridad competente. También le dijo que ya habían informado de la incoherencia entre la web y la realidad. Entonces empezó la angustia porque eran casi las 11 de la noche y aún estaba vigente el toque de queda. Un familiar se desplazó desde el pueblo y la llevó a casa.Para recuperar el vehículo tuvo que ir al día siguiente al depósito y pagar la tasa de 100 euros de la grúa y 30 euros de la multa. No entiendo que la grúa se lleve un coche que no entorpecía el tráfico. Supongo que lo hizo con fines recaudatorios al estar ocupando una plaza de zona naranja, aunque es raro el día que todas las plazas están ocupadas. Pero bueno, como lo establecen las ordenanzas, lo asumes y estás más atenta para que no vuelva a pasar.Si escribo ahora esta carta es por el asombro que me han producido las declaraciones del alcalde de Pamplona ante la actuación del concejal delegado de Seguridad Ciudadana, cuyo vehículo se llevó la grúa por estar aparcado en zona azul sin tique. El concejal tiene una tarjeta que le autoriza aparcar gratis en zonas azules y naranjas, pero no estaba visible. El alcalde dice que se cayó. Cuando fue al depósito municipal estaba todo abierto y se llevó el coche sin pagar nada. A mi familiar no le habría servido de nada alegar un despiste. Tampoco le arregló su situación que tres semanas después el Ayuntamiento haya aprobado un procedimiento para garantizar la retirada de los coches del depósito municipal entre semana llamando al teléfono que figura en el acceso. Le queda el consuelo de que su caso haya podido servir para cambiar una medida injusta.A nadie le agrada pagar multas, pero cuando ves que algunos se hacen valer de su posición y reciben un trato diferenciado, se te pone cara de tonta. Si es comprensible y perdonable el fallo del concejal espero que apliquen el mismo criterio al resto de la ciudadanía. Y si no es así, entonces debería asumir ha sido una actuación inapropiada en un cargo público.