El retorno a escenarios de recesión económica e inflación desbocada podría provocar el éxodo al medio rural de una población urbana afectada por la asfixia económica, embargo de viviendas e ingreso en las listas del paro, con la consiguiente revitalización de extensas zonas rurales, rejuvenecimiento de su población y regreso a escenarios ya olvidados de economía autárquica. Así, el término "rurbanismo" describe el movimiento migratorio que se está produciendo en España de las grandes ciudades a los pueblos más pequeños (migración centrífuga frente a la migración centrípeta hacia las ciudades de la década de los 60 y 70) y aunque todavía nos encontremos lejos de la media de la UE (cuya tasa media de incorporaciones sobre la población agrícola es del 6,4% frente al 4% española), la tendencia parece irreversible y supondrá la implementación de la teoría del decrecimiento, consistente en gestionar de forma sostenible la riqueza natural.Recordar que la agricultura, la ganadería, la minería y la explotación forestal son sectores que llevan décadas en decadencia, ahogados por la competencia desleal que impone la economía global y que sin embargo tienen un enorme potencial para crear eco-empleo, pero para ello sería necesaria la implantación por la UE de medidas proteccionistas (fomento del consumo de productos nacionales), en forma de ayudas para evitar la deslocalización de empresas y subvenciones a la industria agroalimentaria para la instauración de la etiqueta BIO a todos sus productos manufacturados. Así se podrían crear en Navarra casi 10.000 puestos de trabajo apoyando la producción ecológica de alimentos, incentivando el consumo local de productos agrícolas y ganaderos autóctonos y promoviendo la conversión de la actual industria forestal hacia explotaciones que cultiven especies de mayor valor añadido o que produzcan de forma sostenible la biomasa que necesita el país para reducir su dependencia de los combustibles fósiles.