Hemos podido celebrar la cuarta reunión postconferencia de este curso, relacionadas todas ellas con conferencias organizadas por el Foro Gogoa. En esta ocasión, nos reunimos para hablar con distensión, sin estridencias y con una profunda carga de reflexión, sobre el contenido de la conferencia que nos regaló, el día 25 de enero, José María García Bresó, presidente de la Asociación Emaús de España y director de la Fundación Traperos de Emaús en Pamplona.

Una parte de la reunión estuvo presidida por un diálogo intenso, cargado de experiencias vitales compartidas, cuestionándonos como personas y como ciudadanía que tenemos una responsabilidad social. En todo momento estuvieron presentes los sentimientos de agradecimiento a Traperos de Emaús por ese mensaje de que otro estilo de vida es posible, aunque sea, como ellos le llaman, un frágil posible.

El modelo y los logros de Traperos de Emaús, sin lugar a dudas, nos interpelan, nos sorprenden y nos hacen sentirnos personas poco solidarias y muy acomodadas en nuestras estructuras capitalistas, sometidas, no sabíamos si muy conscientes o no, a los peligros derivados de la poca sobriedad de nuestros estilos de vida, peligros que apuntan a nuestra vida actual y con consecuencias para el futuro de toda la humanidad.

Otros comentarios y reflexiones surcaron las aguas de nuestra falta de solidaridad y de empatía con la gente más desprotegida, con la más vulnerable y, sobre todo, con un alejamiento evidente de lo colectivo y refugiándonos en lo individual.

Se revisaron temas como la solidaridad o su ausencia, la dignidad de todas las personas basada en el derecho al trabajo, el enriquecimiento que resulta de compartir la diversidad.

Al final, como viene siendo habitual, la reunión derivó en las reflexiones sobre nuestra actitud personal frente a las personas más desfavorecidas y, sobre todo, en la acción colectiva.

Por ello, y motivadas por la ducha de agua fría que nos regaló José María García, queríamos comunicar nuestras reflexiones, a título personal, a las personas de la sociedad que se sientan interesadas en el tema, reflexiones que creemos pueden ser útiles para la ciudadanía de a pie, de la que nos sentimos parte, pero también para quienes tienen responsabilidades en instituciones económicas (el mundo de las empresas), sociales, y por supuesto políticas, desde el ámbito municipal hasta el autonómico o estatal:

1. Que pongamos la mirada, y no la apartemos nunca, en las personas. Solamente las personas merecen la atención de la sociedad, seamos del ámbito ciudadano, empresarial, político...

2. Si de verdad ponemos por delante a las personas, deberíamos apostar por políticas sociales que implementen, sin descanso ni oposición, el trabajo garantizado para todas ellas. El trabajo tiene que dejar de ser una posibilidad para pasar a ser un derecho inalienable, y en esto la representación política que elegimos tiene mucho que hacer.

3. Apostamos por lo público, que cesen de forma fulminante las políticas de externalización de servicios públicos al mejor postor, sin considerar otros valores como la calidad del servicio, el impacto social y ambiental. Vemos que, a medio plazo, solamente sirven para crear nuevas clases de personas, enriquecidas y empobrecidas, haciendo más visible y más amplia la brecha que separa a los seres humanos.

4. Que la fiscalidad responda a una justificación distributiva real. Que invierta recursos en contar la verdad de las desigualdades y en la necesidad de construir sociedades en las que no dejamos a nadie en el camino.

5. Que la igualdad de oportunidades, en los terrenos educativos, culturales y sanitarios, no siga siendo una quimera. Que las conciencias cristianas se liberen de miedos y afronten esta situación enquistada e injusta.

6. Que en todo proceso legislativo, decisiones políticas coyunturales o acuerdos de todo tipo, esté presente la defensa de nuestro planeta, porque la Tierra no es nuestra, solamente somos sus habitantes en un breve momento histórico y no tenemos derecho a hipotecar el futuro de las nuevas generaciones. Si no la cuidamos hoy, condenaremos a nuestra descendencia y ella nos juzgará por no haberlo hecho.

Podríamos seguir, pero también nos parecía oportuno recordarnos a la ciudadanía que compartimos estos planteamientos que prestemos atención a todas las convocatorias electorales, pues es importante el sentido de nuestro voto, que no nos dejemos engañar por cantos de sirena. Está en nuestras manos votar a quienes lleven estas estrategias en sus programas y, por supuesto, vigilar para que si llegan al poder las pongan en práctica.

*Autores: Alberto Lafarga, Alfonso Leonardo Aguinaga, Mayka Araiz, Roberto Oiz, Blanca García de Eulate, Isidoro Parra, Alicia Martinicorena, Txemi Pérez. Espacios de Encuentro Post-Conferencia Foro Gogoa