Cuando el Parlamento de Navarra acaba de aprobar una ley que sube 400 € al mes el salario del personal médico de Osasunbidea, tras la huelga indefinida del Sindicato Médico, nos sentimos con más legitimación que nunca para exigir que CLEN College, empresa creada y sostenida por el Colegio de Médicos de Navarra, aplique a su personal la subida del IPC de 2022, para no empobrecer más todavía.

Y es que el profesorado de CLEN no tiene un salario que permita una vida digna: con 22 horas de clase a la semana (jornada completa en una ikastola navarra, por ejemplo), el salario neto que cobra una trabajadora en esta academia, con el máximo de trienios, es de unos 900 € al mes por 14 pagas. No podría sobrevivir si no conviviera con alguien. Su actividad se centra en dar clases a quienes están colegiados en el Colegio de Médicos y sus familias, y también a altos ejecutivos de empresas, a docentes de inglés tanto de la red pública como concertada, a estudiantes de dichos colegios y al público en general. Para ello están altamente cualificadas y especializadas.

Quien lea esto se preguntará si no es ilegal semejante sueldo, dado que el SMI está fijado en 1.080 €. La explicación es que tanto el convenio estatal como el que aún rige en la empresa fijan como jornada completa 34 clases a la semana, por lo que las trabajadoras, al tener solo el número de horas lectivas equivalentes a la enseñanza reglada, cobran aproximadamente un 60% del salario que consta en las tablas salariales. Semejante jornada lectiva de 34 horas es imposible de impartir y totalmente desorbitada. Tras 2 años de negociaciones para renovar el convenio, hasta la empresa ha reconocido y asume que no se pueden dar más de 25 clases a la semana, con lo que conlleva de preparación, investigación, corrección, diseño de programas, desplazamientos a las distintas sedes y empresas, etcétera.

Las delegadas sindicales de ELA, que se estrenó en la empresa en las elecciones de 2020 con el 66,6% de la representación, se mantienen firmes en la exigencia de la referencia al IPC que desde el principio figuraba en la plataforma sindical para negociar el nuevo convenio. ELA ha adaptado sus pretensiones económicas y se ha ceñido a que la plantilla no pierda poder adquisitivo, y emplaza a la empresa seguir negociando el incremento para 2023.

Ni la empresa ni su matriz pueden seguir cargando eternamente sobre el personal el sacrificio, cuando hay otras variables que se pueden modificar, como una mejor gestión o un incremento de los ingresos de la empresa. El 6,6% de subida que pedimos ya para 2022 tendría un coste de unos 40.000 € sobre las ganancias que declara la empresa en dicho año. Con este acuerdo, los valores y el prestigio que proclama el Colegio de Médicos se realzarán.

*El autor forma parte de ELA Enseñanza Privada Nafarroa