Hubiese podido ocurrir en cualquier punto de la geografía peninsular, pero aconteció en Zaragoza. Eran las 3 de la tarde, cuando en el puerto de Paniza (Zaragoza), una fuerte tromba de agua acompañada de granizo del tamaño de un huevo, sorprendió a los automovilistas de la A-23 viéndose obligados a detenerse en el arcén, ante la imposibilidad de poder continuar su trayecto.

Enseguida acudió la Guardia Civil, para ayudar y colaborar en este suceso climático. Pero la borrasca continuó su trayecto hacia el norte, impactando en la capital del Ebro. A partir de las 5 y media de esa tarde, la ciudad se oscureció, siendo anegadas sus calles, mediante auténticos ríos de agua acompañados de granizo del tamaño de pelotas de ping pong. Los cinturones de circunvalación, las avenidas, los impactos en las lunas de los vehículos, navegando muchos de ellos, al circular sin control en este lodazal de agua y barro. Jóvenes subidos a las ramas de los árboles ante la imposibilidad de andar por las aceras de las calles. Los autobuses urbanos, al igual que el tranvía, tuvieron que detener o modificar su recorrido.

Zaragoza se convirtió en un mar de agua. Pero, enseguida los servicios de emergencia, las policías local y nacional, las ambulancias, los bomberos, los submarinistas, sí, han leído bien, se pusieron en movimiento a rescatar a las personas en los distintos puntos de la ciudad. Esta labor fue realizada en condiciones extremas, ante la avalancha de agua que circulaba por la ciudad, exponiendo la vida de estos servidores públicos, que sí han venido para servir y no al revés, como lo vemos en muchos políticos. Nadie les aplaudió, esperando que, en algún acontecimiento público se reconozca su labor, tanto a los agentes que acudieron a la llamada del puerto de Paniza, como a las distintas emergencias que colaboraron en los sucesos de la capital del Ebro.

Vaya por delante este agradecimiento personal, porque sin su ayuda, seguramente hubiese habido que lamentar desgracias personales, que por fortuna no se produjeron. Zaragoza debe un pequeño homenaje de agradecimiento a estos servidores públicos.