En el Hospital García Orcoyen hay un motor diesel, de unos 60 años, que sostiene no sólo la urología de la región, también el ánimo de pacientes y compañeros. Cualquiera que haya transitado por nuestros pasillos ha oído hablar de él, de sus bromas sin filtro que hacen reír a la mayoría y sonrojarse a unos cuantos, siempre con la genitalia como centro del asunto... Tenerlo como compañero significa saber que hay alguien que te va a resolver un problema, que estará trabajando hasta las 5 si hace falta (hoy mismo como muchos otros días), y eso que con su jornada reducida debería irse antes de las 2, y que además lo va a hacer de primera. No hace mucho que vine a trabajar al HGO, desde el primer día nos tienes ganados a todos. Basta con nombrarte en la consulta para que el ambiente se relaje, “¿le lleva el doctor Garrón? Entonces se lo pasará muy bien...”, sonrisas de paciente y acompañante, asienten, “está bastante mal de la cabeza...” les digo en broma, no imagino los comentarios cuando llegan a casa después de una consulta contigo, y lo mejor es que están muy contentos, resuelves sus problemas cuando es posible. Eres un ejemplo para todos, te exprimiremos y disfrutaremos pacientes y galenos estos últimos años. ¡Qué suerte para esta comarca el tenerte!
