Me ha sorprendido leer esta carta, porque indica la frustración de esta persona, Pedro Marín, por no tener medios económicos para irse de vacaciones de Semana Santa.
Según se puede ver en los medios de comunicación, parece ser que la mayoría de la gente en este país se puede ir de vacaciones en Semana Santa, verano, puentes, y en Navarra los puentes forales y en Navidades. Vuelve a casa por Navidad, y nada más lejos de la realidad.
La mayoría de los mayores, al menos en el caso de mi familia y vecinos, de jóvenes no iban de vacaciones. Habían comprado una vivienda cuyos intereses eran de un 18%, aunque eran más baratas que ahora, porque solo trabajaba generalmente el hombre y porque tenían más hijos que ahora; no tenían Netflix, porque solo había una televisión en blanco y negro con dos cadenas, no había coches porque se trabajaba donde se vivía, ni ordenador, ni móvil. En mi casa éramos afortunados porque teníamos el teléfono pegado a la pared.
Nosotros vivíamos en San Sebastián-Donosti y no nos teníamos que desplazar a Benidorm, pero, como decía una sobrina de pequeña, no teníamos pueblo, que era donde se desplazaba la gente que tenía familiares allí: Nosotr@s éramos todos de la ciudad y también sus abuelos, aitonas paternos. Antes en cada casa vivíamos 7 u 8 personas en pisos de 60 o 70 m2, no teníamos cuarto de estudio, de juegos... A diferencia de ahora, podías encontrar un trabajo fijo, pero tampoco te podías comprar una vivienda en solitario como se pretende ahora.
Toda la vida ha habido gente que se ha podido ir de vacaciones y tenía yates, coches de lujo y casa en Marbella. Yo nunca me he sentido desgraciada por no haberme podido comprar un piso, no en Donosti que siempre ha sido imposible, sino en pueblos de alrededor, ni haberme ido de vacaciones, luego ya he ido. Empecé a trabajar a los 16 años, pero tenía que ayudar en casa, y me jubilé eventual a los 65 años y 8 meses. Siempre he tenido que estudiar para estar en listas. Ahora, con 70 años, creo que tengo derecho a irme de vacaciones, pero no puedo porque tengo Párkinson y tengo limitada la movilidad. La mayoría de los mayores hacen viajes con el Imserso y yo les animo a que lo hagan mientras puedan hacerlo. Tienen todo el derecho del mundo tras haber criado a hij@s, niet@s y haber pasado estrecheces much@s de ell@s.
El problema de mucha gente es que no se conforma con lo que tiene y se siente desgraciada, porque ve a gente que tienen dinero y pueden viajar y hacer cosas que ell@s no pueden. Mucha gente joven que ha estudiado se puede plantear el emprendimiento, pero es muy sacrificado, claro.