Los European Para Youth Games 2025 en Estambul han sido una decepción profunda para el deporte paralímpico. Desde el Club Deportivo para Ciegos de Navarra queremos denunciar públicamente las condiciones indignas y la falta de respeto hacia nuestros deportistas, que no merecen menos que una organización profesional y comprometida.

Nuestros representantes, Ibai López y Dimitri Dzoake (que estuvieron cerca de conseguir el bronce), junto con nuestra entrenadora de goalball, Martina Goñi, dieron lo mejor de sí en una competición marcada por el caos. El alojamiento fue una antigua residencia en ruinas, sucia y sin ninguna adaptación. El comedor, un desastre: bandejas escasas, colas interminables y ausencia total de organización. El transporte, caótico y deficiente, con vehículos obsoletos que llegaban tarde o directamente no aparecían.

Pero lo más grave fue el trato al goalball, un deporte que exige silencio absoluto para que los deportistas puedan orientarse por el sonido del balón. Sin embargo, se colocó justo al lado de disciplinas ruidosas, con megafonías, gritos y tambores constantes. Nuestros chicos y chicas no pudieron competir en condiciones dignas, algo inaceptable para cualquier torneo, y mucho menos uno paralímpico.

El responsable de todo esto es el Comité Paralímpico Internacional. Nos venden discursos de igualdad e inclusión, pero lo que vimos fue abandono y falta de compromiso. Como dijo Billie Jean King, pionera en la lucha por la igualdad en el deporte: “La igualdad no es solo un ideal por el que luchar, es un derecho que debe ser garantizado.”

Si queremos igualdad real, hay que empezar haciendo las cosas bien, con una organización que esté a la altura de los Juegos Olímpicos, no con una fiesta mal montada y sin apoyo real. El deporte adaptado no puede ser un segundo plato ni un mero trámite. Merece respeto, inversión y profesionalidad.

Por eso, desde nuestro club y en nombre de Ibai, Dimitri, Martina y toda la expedición, exigimos al Comité Paralímpico Internacional que asuma su responsabilidad, que deje de vender humo y que garantice a nuestros deportistas condiciones dignas y justas en futuros eventos.

El deporte paralímpico no puede seguir soportando negligencias. Es hora de hechos, no de palabras vacías.