La lucha contra Israel no es un camino de rosas
Como sabemos, una delegación de la entidad genocida de Israel visitará el Pabellón Navarra Arena a principios de noviembre, para participar en el Campeonato Mundial de Trampolín. A pesar de que los avances del movimiento de solidaridad con Palestina han conseguido que la exclusión de Israel de eventos deportivos sea cada vez un consenso más amplio, parece que no hay forma de llevarlo a cabo. El Gobierno de Navarra alega pérdidas económicas y amenazas de multas si se niega a acoger dicho Campeonato.
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Ese consenso debe dar un paso adelante: si queremos presionar a Israel y parar el genocidio (que está lejos de haber terminado), no podemos quedarnos mirando a las ganancias de las empresas navarras. Si hacemos así, seguiremos amarrados y amarradas a Israel por años. Para contribuir a la liberación de Palestina, desde aquí debemos debilitar a Israel, y para ello no hay otra vía que renunciar a las ganancias relacionadas con esa entidad colonial.
Hemos leído en este periódico que Israel participa en el Campeonato “por sus santos bemoles”. Nada más lejos de la realidad. Israel no sería nada si fuera por sus bemoles. Israel participa (y lleva a cabo un genocidio con total impunidad) porque todavía tiene todo el apoyo de Occidente; y los recintos, empresas y gobiernos, incluido el navarro, son parte de ello.
Israel participa "por sus santos bemoles": las presiones al más alto nivel garantizan su participación en el mundial del Arena
Como hemos podido leer en alguna declaración: Israel es el abusón del patio, es cierto. La cuestión es que el resto del alumnado lo sabemos. Ya es hora de que perdamos el miedo a quedarnos fuera de su fiesta de cumpleaños y le hagamos frente, por encima del apoyo de su familia. Y si la dirección del instituto (léase Gobierno de Navarra) no se atreve a confrontar con la familia y se mantiene en la inacción, debemos entender que es cómplice.
*Miembros de la Plataforma Palestinarekin Elkartasuna