ice el alcalde de Pamplona que no le gustan las votaciones populares porque "hay perdedores". Al parecer no los hay cuando quien elige es o él mismo o un grupo de políticos del ayuntamiento, que atesoran los mismos conocimientos de la ciudad que la inmensa mayoría de los ciudadanos, dicho sea de paso. El caso es que lo que parece es que queda desterrada ya para siempre la idea de que tengan que ser alcaldes, alcaldesas y concejales quienes lancen el cohete, lo cual no es poco. Lo que no queda claro es el modo que nos gustaría a todos como ciudad escoger definitivamente para que alguien se dé el ratazo de prender la mecha. A mí personalmente las candidaturas populares me parecían bien, pero he de reconocer que también tienen el sesgo de quién las presenta, qué hay representado y qué no en la Mesa de San Fermín y todo esto. Por eso yo opto por el sorteo. Sorteo puro y duro. Metes a todos los contribuyentes en un bombo y al que le toque. Porque no veo yo qué problema hay en eso y qué parte negativa pueda tener que un Nicolás que lleva 63 años viviendo en Jarauta lance el chupinazo. O un Rashid que lleve dos en Río Alzania. No veo lo de personajes famosos admirables. No veo a Unzué lanzando esto, la verdad. Le veo recibiendo halagos y ayudas y atención para la ELA y todo lo que quieran, pero ya he dicho muchas veces que no creo que los personajes más o menos públicos y famosos ya de por sí agraciados por la fama y por muy maravillosos que sean -Unzué y su manera de afrontar la ELA lo son, pero no menos que muchos enfermos magníficos sin un discurso tan elaborado y fantástico pero sí sincero y propio y anónimo- tengan que tener ventajas sobre nadie. Dar inicio a las fiestas de tu pueblo es un momentazo. Si de verdad son unas fiestas para todos, que todos tengamos la opción de iniciarlas sería lo suyo y una ilusión, aunque sea loca, para cada año: ¿y si me toca?