l jueves los dos diputados de UPN en Madrid votaban en contra de la retirada de medallas al torturador franquista -y postfranquista- Billy el Niño, ya fallecido. Un asunto que dejaba a la formación regionalista con la única compañía de Vox en el Congreso de los Diputados. Ciudadanos lo hizo favorablemente, mientras el PP se abstenía. Las reacciones salpicaron pronto las redes sociales y las ediciones digitales. Frente a gentes poco sorprendidas, otras manifestaban su estupor por ese alineamiento sin tapujos de UPN con la derecha más extrema. La cosa sonaba tan fea que el propio Diario de Navarra camuflaba el sentido del voto del tándem Sayas-García Adanero en su edición del viernes. El mismo día, el parlamentario foral Iñaki Iriarte calificó de "error" el voto de sus compañeros en Madrid, aunque no quedó claro si refería a un error político o simplemente técnico. Uno de los dos protagonistas del fiasco, García Adanero, se abonaba a la teoría del doble fallo humano con una explicación que podría ser creíble, de puro rocambolesca. El talabricense, de todas formas, no perdía la oportunidad de dejar claro lo poco que le gusta a su partido manifestarse con respecto a temas relacionados con la tortura o el franquismo. Mientras, su compañero en la cámara baja española callaba como un muerto. No hacía ni tres días desde que Vox, vía twitter, saludara la candidatura de Sayas a presidir UPN en el congreso que esta formación celebrará dentro de menos de dos semanas. ¿Casualidad? Tal vez. Ayer, Navarra Suma, con UPN al frente, votaba a favor de la moción que, en el mismo sentido que en el Congreso, había presentado Geroa Bai en el Parlamento Foral, aunque sin que su portavoz, Javier Esparza, dejara de criticar "el interés político claro" de la misma. El error, de momento, está corregido. El horror, ya veremos. En breve se sabrá si UPN tiene solamente un alma, si tiene dos, si tiene taza o si taza y media.