Munición para el adversario
algo han tenido que hacer mal el Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Pamplona para que dos buenas noticias, como lo son la OPE de Educación y la retirada del nombre de una plaza al franquista de tomo y lomo que era el Conde de Rodezno, hayan derivado en sendas broncas de consideración. Y digo que algo han tenido que hacer mal porque no solo han ladrado UPN-PPN y PSN. También dos de las fuerzas del cambio (Podemos e I-E) se han sumado a este lío que solo sirve para dar munición al decaído adversario político.
Parece evidente que, de entrada, ha habido un déficit de comunicación, como lo confirma el hecho de que Podemos haya corregido su posición con la OPE, y este jueves reconociera que ahora no apoyaría la declaración que UPN y PSN impulsaron el lunes contra esta iniciativa del ya polémico consejero Mendoza. No así I-E, que sigue con un discurso muy crítico, quizá propio de la tensión preelectoral y de otras ataduras sindicales.
Tres cuartos de lo mismo ocurre con la denominación de la plaza que alberga el horrible Monumento a los Caídos, donde I-E ha arremetido con toda su artillería, incluida una puesta en escena un pelín exagerada, en contra de la decisión de Alcaldía.
Es verdad que estos desencuentros son anecdóticos, si se compara con el espectáculo que dieron hace cuatro años UPN y PSN, cuando el criterio prioritario de repartirse sillones les llevó a compartir el poder. Todos sabemos cómo acabó aquello y qué ha sido de sus principales responsables -Barcina y Jiménez- a quienes no quieren ver ni en pintura en sus respectivos partidos.
Por el contrario, las ocho mil firmas recogidas en solo seis días para la candidatura de confluencia al Senado hablan por sí solas de lo que espera la mayoría social de las fuerzas del cambio. Y dudo mucho que marcar paquete con dos escaños de 50 (I-E) o pretender gobernar sin escuchar a los que te han investido con 9 de 50 (Geroa Bai) o 5 de 27 (EH Bildu) sea el camino correcto.