Serio y profesional

fue Ignacio González, ahora en prisión por su implicación en el caso Lezo, quien le dijo a Eduardo Zaplana, investigado en esa misma operación y salpicado por múltiples casos turbios en Valencia, que Manuel Moix, copropietario de una empresa radicada en un paraíso fiscal, era un tipo “muy serio y profesional”. La frase queda larga y farragosa para el comienzo de un artículo, pero en esta nueva aristocracia de la corruptela y el envilecimiento político o citas los títulos acumulados por cada uno de los protagonistas o el lector no se hace una composición de lugar. Que dos sospechosos de participar en las tramas del mangoneo califiquen a un fiscal anticorrupción de serio y profesional no suena precisamente a elogio sino a un alivio compartido, a un “con este no puede irnos mal...”.

Hasta los colectivos de fiscales más conservadores, que en su momento aplaudieron el nombramiento de Moix, piden ahora su dimisión fulminante. Una información periodística sobre una sociedad en Panamá le ha puesto contra las cuerdas, al borde del KO, el golpe de gracia. Pero esta es la crónica de una muerte anunciada, el error de una maniobra política en la que el PP o no midió las consecuencias o carecía de información. Hay un artículo de eldiario.es titulado Cómo llegó Manuel Moix a la Fiscalía Anticorrupción... que, a la vista de los recientes acontecimientos, debería costar también el puesto al ministro de Justicia y al fiscal general del Estado. Gente también sería y profesional, al menos para el criterio de UPN, que votó en el Congreso, junto a PP y Foro, contra la moción de reprobación a Catalá, Maza y Moix, presentada por el PSOE y que fue aprobada por el pleno.

No sé, pero poner al frente de Anticorrupción al propietario de una empresa ubicada en un paraíso fiscal me parece que es como nombrar al narco Oubiña presidente de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción. Pero el problema es más grueso; quiero decir: no había otro fiscal para ese puesto, era el que convenía a los intereses por los mil líos del PP o es que no queda nadie limpio en este país...