Me tiene fascinada la investigación que acaba de publicar el Instituto de Tecnología de Massachusetts MIT en relación a la capacidad de contagio de la covid en espacios cerrados. Sobre modelos matemáticos y mediante la simulación de la transmisión de aerosoles calcula cuánto tiempo máximo se puede mantener un encuentro social o familiar con seguridad teniendo en cuenta variables como el uso de mascarillas, la ventilación o el tono en el que se habla. Y en el caso de que uno de los comensales estuviese contagiado. (tipo Cluedo). Los escenarios de riesgo se analizan tomando como base una habitación de 20 m2, 2,5 metros de alto, sin sistema de filtrado y con una humedad relativa del 60%. En definitiva, el comedor de una casa. Ahora que sabemos que en Navarra se permiten comidas y cenas en Navidad con un máximo de 10 personas de dos unidades convivenciales no está de más conocer que, con la ventana ventilada, si las personas llevan mascarillas y hablan en un tono normal estarían seguras 71 minutos. Poco más de una hora. Si no la llevan, aunque la ventana estuviera abierta serían suficientes 14 minutos para que la covid actuase, y si la cerrasen apenas 12 minutos. En caso de que los comensales hablasen alto bastarían nueve minutos para liarla. Reduciendo a seis el número de comensales, en un escenario con mascarillas, ventilación y sin necesidad de levantar mucho la voz, la fiesta duraría dos horas, pero si nos la quitásemos (ya me dirán sino cómo comemos) el tiempo para expandirse el virus, en caso de estarlo sin percibirlo, se reduce a 21 minutos. Datos y escenarios que aunque simulados nos encienden todas las alertas en estos días de Navidad. Una (grupos de diez) o dos horas (grupos de seis) se puede estar con personas con las que no convives de manera segura teniendo en cuenta la presencia de un infectado, con la mascarilla bien amarrada, pero el hecho de comer entraña un serio peligro. No me extraña que la gente se esté haciendo pruebas de todo tipo por la vía privada para estas fechas. Sabiendo en cualquier caso que no son la solución porque al día siguiente te puedes contagiar y la Navidad tiene muchos días... Difícil decisión la de esta Navidad. Exige mucha responsabilidad. Y una logística especial y evitar quizás compartir mesa con personas mayores. O hacerlo en habitaciones separadas. Habrá que pensar que las personas a la que queremos solo quieren hacernos felices, y debemos ser nosotras y nosotros las que les protejamos.