Calentar el debate - Fue en Ermua, el pasado domingo, durante el recuerdo por Miguel Ángel Blanco. Pedro Sánchez dijo que, 25 años después, “Euskadi y España son dos países libres y en paz”, y las plumas cavernarias salieron a degüello. Según tituló a todo trapo El Español en su portada digital, el presidente obró con mala intención: “Sánchez calienta el debate al igualar ante el Rey a Euskadi y España como países en paz”.

Euskadi es el donbás - Cristian Campos, mano derecha de Pedro J. Ramírez en el mismo medio, hundía más el dedo en la llaga: “Una paz ejemplar, efectivamente, la del País Vasco. La misma que reinará en el Donbás cuando Rusia logre asesinar o expulsar a todos los ucranianos de la región que no acepten la usurpación de su tierra por las tropas del Kremlin”.

Un latigazo - El veterano Antonio Casado no perdía ocasión para exagerar la nota en El Confidencial: “La referencia pública de Pedro Sánchez al hecho de que “hoy Euskadi y España son países libres y en paz” fue un latigazo a quienes creemos que, a pesar de tanto sufrimiento, tanta sangre y tanta miseria moral, ETA fue vencida por la unidad de los ciudadanos y la fuerza del Estado democrático sin alcanzar ninguno de sus objetivos políticos”.

Una patología - El siempre hiperventilado Miquel Giménez (Vozpópuli) acusa a Sánchez de tener un “plan con etarras y separatistas para implantar un modelo de España en el que los criminales manden y los perseguidos sean los demócratas”, antes de rematar así: “Sánchez, hablando de una Euskadi libre, como si tal cosa, con los zapatos encharcados en la sangre de centenares de muertos por la mil veces maldita ETA es una patología, la del ser que no conoce límites”.

Mañana, independientes - Para José María Marco (La Razón), las palabras del presidente español en Ermua son el anticipo de la independencia de Euskadi y Catalunya: “Lo que quiere es configurar un nuevo mapa de España para incorporarle de una vez por todas al menos dos naciones, la vasca y la catalana. Tal y como se están desarrollando los acontecimientos, es casi seguro que lo conseguirá. El diseño de la nueva España se corresponde también con una reconfiguración más general, de orden social”.