Ahora que se cumple un año del estupefaciente suicidio político de Pablo Casado y de su sustitución exprés por Núñez Feijóo, la prensa de orden saca brillo al mesías gallego.

"De lo que no hay muchas dudas es de la solidez interna del liderazgo de Núñez Feijóo, consolidado en un tiempo récord"

Editorial de La Razón

Lo han hecho (y lo seguirán haciendo) varias cabeceras, pero hoy destaca especialmente en el empeño La Razón. “Feijóo,un liderazgo muy consolidado”, proclama el editorial del diario azulón, olvidando que hace doce meses estuvo a bloque con el finalmente defenestrado palentino. Pero quién se acuerda de eso hoy: “De lo que no hay muchas dudas es de la solidez interna del liderazgo de Núñez Feijóo, consolidado en un tiempo récord, y de la unidad reforzada de un partido que atravesaba una crisis profunda, traducida en los malos resultados electorales de la etapa anterior. En la apuesta por la moderación y en la mano tendida a ese sector de la izquierda que no comulga con las políticas frentistas y divisivas de la actual dirección del PSOE puede estar la clave de las próximas elecciones generales”.

El director, Francisco Marhuenda, que también era casadista a machamartillo, llena de elogios al actual mandarín de Génova. Y hasta le aplaude lo que antes le afeaba: “Feijóo acierta no renunciando a la defensa del medio ambiente, el feminismo, las políticas para los jóvenes y los sectores más desfavorecidos, porque no es algo que sea propiedad de la izquierda y los pijoprogres. Los socialistas y los aliados quieren la radicalización de la sociedad para movilizar a sus votantes y esconder las cesiones a independentistas y filoetarras, así como la realidad de la situación económica y el desastre de las leyes, como la del «solo sí es sí», que han aprobado”.

En ABC, Ignacio Camacho no necesita mencionar a Feijóo para anunciar su victoria. No tanto por méritos propios, como por deméritos del PSOE: “El Gobierno sanchista que nació del 'no es no' está herido de gravedad, quizá fatalmente, por otra absurda tautología. 'Game over', no va más, final de partida: el escándalo de los beneficios penales a los abusadores tiene carácter de crisis terminal, de escora definitiva. Se ha convertido en una suerte de 'Prestige' para los socialistas. La coalición está rota en la práctica, y su reputación en ruinas. Se trata de esa clase de episodios que rematan el punto sin retorno de un proceso de caída. Los que quedan por delante son meses de gestión zombi, de trantrán sin brújula, de mera rutina disfrazada con flecos de productividad legislativa”.

"La ley de sopicaldo penevulvar (vulgo ley trans) provocará durante los próximos meses todo tipo de desafueros"

Juan Manuel De Prada (ABC)

Unos centímetros más allá de esa profecía, Juan Manuel De Prada predica con los ojos fuera de las órbitas contra la ley trans, que él ya ha bautizado —cómo no— de otro modo: “La ley de sopicaldo penevulvar (vulgo ley trans) provocará durante los próximos meses todo tipo de desafueros, desde los más chuscos hasta los más dañinos, todos ellos perfectamente legales. (…) Escribimos estas líneas aprovechando la 'vacatio legis' de esta ley proterva. Como no queremos ir a la cárcel por una generación genuflexa y corrompida que la permite pasivamente, desde hoy nos acogemos a la disciplina del arcano en esta materia. Sólo pedimos a Dios que algún día no muy lejano los responsables de esta ley que desgraciará la vida de miles de niños y jóvenes acaben respondiendo por sus crímenes”.

"Ya no se trata solo de elegir entre «Sánchez o España» –que por supuesto, también– sino de optar por una sociedad antinatural y enloquecida o por otra de seres racionales"

Jorge F. Díaz (La Razón)

De vuelta a La Razón, el lamento trufado de exageraciones apocalípticas lo comparte el inefable Jorge Fernández Díaz: “Si el sanchismo quiere vivir con unas reglas de convivencia social como las que su Gobierno promueve a instancias de las podemitas feministas radicales ideólogas de género, que se monten unas comunas, pero que no pretendan obligar a los españoles a vivir así. Hemos llegado a un punto de no retorno con el sanchismo. Ya no se trata solo de elegir entre «Sánchez o España» –que por supuesto, también– sino de optar por una sociedad antinatural y enloquecida o por otra de seres racionales”.

Falta la guinda, que la pone Antonio R. Naranjo derrapando por la trola y la hipérbole con la habitual falta de prejuicios del columnero de El Debate: “Que una rata esté más protegida que un feto o que a un niño con dudas sobre su sexo se le ofrezca solo un bisturí solo tiene sentido si la aspiración real es que desaparezca toda resistencia a defender una sociedad libre, independiente y plural”.