Cuando el llanto te ahoga: ¡Grita! La tierra que pisamos no es segura, sucede aquí, en el patio de casa. Y para más inri, en la propia alcoba, donde los sueños se funden con la tumba. Cuando la argolla en la garganta aprieta, hasta no poder respirar ni el aire. Sucede que los siglos pesan. Como losas esculpidas en la sangre. Sucede que la sangre brota, todavía con más fuerza, si cabe, si la violan. Si pretenden con violencia someterla. No ha nacido nadie, ni nadie podrá arrebatarnos la alegría. La alegría de ser el arco iris por bandera. Nadie podrá poner murallas a las olas.