UPN se ha sumado a una iniciativa en el Congreso para tratar de formar un grupo regionalista (así lo llaman) al margen del Grupo Mixto con un diputado de Teruel, otro de Cantabria y uno más de Canarias. Le denominan España Plural. Ni tan mal. UPN asume que el Estado es plural, algo que aún no ha asumido de Navarra. Paso ser paso. En su pequeña idea de Navarra solo existe la Navarra que ellos imaginan, que además tiene poco que ver con la Navarra real. Y cada vez menos. Así le va a UPN. Autoexcluido del juego político en Navarra y ahora buscando un hueco allí donde pueda en Madrid para intentar seguir malvendiendo esa imagen de tono brusco y negativo sobre la realidad social, política y económica de Navarra. De sus compañeros en esta nueva aventura política -que tiene mucho más de subvenciones públicas que de afinidades ideológicas, a la fuerza ahorcan que decía aquel-, no hay mucho que decir. Teruel Existe cae bien como reivindicación, aunque desconozco sus posiciones ideológicas. Del PRC tengo la opinión que traslada su presidente, Miguel Ángel Revilla, el que viaja a visitar a los presidentes en Moncloa para regalarles anchoas y se pasea por televisión vociferando incoherencias. Y de la única diputada que le ha quedado a Coalición Canaria, solo que la mala senda de la corrupción no es una aval excelente. Y si cuela la idea quieren sumar también a Nueva Canarias y al Foro Asturias. Otro camarote de los hermanos Marx. Ya digo que esta jugada por la pasta que otorga un grupo propio en el Congreso ni tan mal. Es un ejemplo más del viejo que hay de lo mío de la vieja política. Otra cosa es que las siglas de UPN, que ya están desdibujadas y perdidas en los avatares cada vez más contradictorios de una coalición como Navarra Suma, ahora se van a desdibujar aún más en una grupo con ninguna incidencia política real en la Cámara Alta, cuando la justificación inicial fue que el acuerdo con PP y Ciudadanos les facilitaba visibilidad e influencia en Madrid. En fin. UPN ya camina con paso cada vez más cansino en una larga columna de siglas perdedoras con el PP -irrelevante en Navarra-, y Ciudadanos -también irrelavante aquí y en desbandada en el Estado-, y ahora otros cinco pequeños partidos más en un lento avanzar hacia ningún sitio para las necesidades e intereses generales de Navarra. Y el PP y Ciudadanos obligados a mirar hacia otro lado a la espera del día que en Navarra UPN les dé la patada.