Hasta ahora ha tocado valentía, trabajo y gestión. Hoy, además, toca desmentir a quienes hablan cuando tienen que callar y mienten cuando hablan. Aquellos que tiran la piedra y esconden la mano aupando a Bildu a una presidencia deseada desde hace años. Aquellos que cruzan líneas rojas, a pesar de lo vivido a nivel personal; sin pensar más allá, movidos tan sólo por intereses personales y personalistas; importándoles nada y menos los servicios que presta la Mancomunidad, hablando a la vez hipócritamente sobre solidaridad y acuerdo entre diferentes.
Pero antes d entrar en todo lo que unos pocos han generado, quiero dar las gracias al equipo de técnicos y administrativos de la Mancomunidad de la Comarca de Sangüesa, pues son ellos quienes aguantan la casa y soportan las actitudes infantiloides de algunos representantes políticos. Enormemente agradecida a su labor y su actitud ante los problemas. Enormemente agradecida a la respuesta que han sabido dar en esta carrera de obstáculos que han sido mis 11 meses de presidencia.
Cuando llegué a esta Mancomunidad, con una Comisión Permanente pactada con el actual y anterior vicepresidente, Aitor Sola Ochotea, lo primero que hice junto al técnico de Residuos y a la contable fue ponernos a buscar el porqué del déficit, analizar servicio a servicio y estudiar las tasas y recaudación. Si la legislatura anterior sirvió para poner orden al caos contable dejado por, entre otros, Bildu (no habían contabilizado nada desde 2017), esta legislatura tenía que servir para tener claros los números y poner soluciones.
Se han presentado cifras, informes, cuentas, propuestas ante los miembros de la Permanente y ante la Asamblea. Me he reunido personalmente, uno a uno, con alcaldes y concejales de todos los municipios para explicar la situación, plantearles alternativas y presupuestos. En todo este tiempo nadie propuso ninguna solución. El bloque que ahora hará presidente al vicepresidente Sola Ochotea tan sólo se dedicó a ralentizar el trabajo. Es más, el futuro presidente llegó a decir que compartía el análisis, pero no la solución. Eso sí, sin plantear alternativas con estudios económicos que lo avalaran, cosa que sí se hacía por mi parte, tal como se me exigía. Se ha hecho todo por llegar a consensos. Se ha hecho todo por dar cabida a otros planteamientos. La respuesta: silencio y a esperar indicaciones. La excepción estuvo en el PSN, con quien, gracias a su disposición, se pactó la actualización de tasas para el segundo semestre de 2024.
La Mancomunidad arrastra un déficit importante desde hace años, especialmente en el área de Residuos por tres motivos: implantación de nuevos servicios por normativa, incremento de sus costes derivado de la crisis y la no actualización de tasas en, prácticamente, 15 años. No quieren que los ayuntamientos asuman el déficit mediante derramas. Tampoco quieren actualizar la tasa. Pero quieren mejorar los servicios. ¿Cuál es la solución? ¿Van a recortar servicios básicos?
Y quien me lea se preguntará cómo es posible que ahora haya una mayoría suficiente para una moción de censura. Pues, sencillo: Bildu ha sabido pescar en un río revuelto en el que han mezclado los intereses de los alcaldes de Lumbier y Yesa en todo esto. Nadie contará qué les han prometido. Felicidades, Bildu.
Tendrán la suerte, además, de cobrar próximamente las subvenciones pendientes de los Fondos Europeos, la recaudación de la tasa de Residuos aumentada a la que tanto se opusieron, el pliego de recogida de residuos trabajado, la ordenanza fiscal terminada… Pero tres años son muy largos.
Ha sido un honor trabajar para intentar salvar económicamente esta Mancomunidad. Suerte a todos.
La autora es presidenta de la Mancomunidad de la Comarca de Sangüesa