Fidelizar el talento en la industria: retos y soluciones
Navarra ha sabido ganarse a pulso una reputación como tierra que genera talento: universidades sólidas, una formación profesional bien orientada, un ecosistema industrial dinámico y una calidad de vida difícil de igualar han sido, durante años, la mejor carta de presentación de nuestra comunidad.
Así lo refleja, por ejemplo, el Índice de atracción y retención de talento de OBS Business School que sitúa a nuestra región como la tercera más destacada de España con 64,9 puntos sobre 100 justo detrás de Madrid (67,7) y País Vasco (66,4). La media nacional en este apartado se queda, además, en 49,1 puntos, lo que refuerza el liderazgo de la Comunidad foral en este ámbito.
Sin embargo, esa misma fortaleza encierra una amenaza silenciosa: formamos a profesionales cualificados que, demasiadas veces, desarrollan su carrera lejos de aquí. Un informe reciente de Laboral Kutxa advierte de que, debido al envejecimiento, la baja natalidad y la insuficiente inmigración, Navarra podría enfrentar una significativa escasez de mano de obra para 2036, salvo que se implementen políticas que favorezcan el empleo senior, la migración activa y la recualificación profesional.
Por otro lado, el informe Movilidad geográfica de los trabajadores en España en 2024, del SEPE (Servicio Público de Empleo), pone de relieve que los desplazamientos interprovinciales e entre comunidades autónomas crecieron un 2,2 % respecto al año anterior. Esta realidad, a menudo fría cuando nos basamos en estadísticas, empieza a traducirse en una emergencia notable para muchas empresas del ámbito industrial afincadas en el territorio. Así lo observamos desde el departamento de RRHH de Tafalla Iron Foundry, y lo constatamos al hablar con muchos homólogos de otras empresas de similar tamaño.
Es en este contexto donde, desde Tafalla Iron Foundry S. Coop., hemos impulsado iniciativas concretas para hacer de esta retención del talento una ventaja competitiva real. Entre ellas, el desarrollo de un plan que complementa la retribución económica con reconocimiento personal, flexibilidad, formación continua y espacios de participación en las decisiones estratégicas, reduciendo la rotación en perfiles técnicos clave y elevando la satisfacción interna.
Hemos fortalecido nuestras alianzas con centros de Formación Profesional y Universidades locales, diseñando programas a medida que combinan prácticas reales y formación dual (incluyendo un programa de formación dual en mecatrónica industrial pionero en el Estado), con elevadas tasas de incorporación tras el periodo de prácticas.
Apostamos por la transparencia, el diálogo y la gobernanza participativa, fomentando comités internos donde el personal puede proponer mejoras, colaborar en la innovación y reforzar un entorno de confianza que aumenta el sentido de pertenencia. Además, mantenemos planes de igualdad muy ambiciosos y programas formación continua orientados al desarrollo de competencias técnicas, de gestión y liderazgo, lo que nos ha permitido cubrir vacantes desde dentro y reducir la dependencia de talento externo.
Estas acciones no son un ejercicio de marketing, sino la respuesta práctica a un reto que afecta al conjunto de la sociedad navarra. Nuestra experiencia demuestra que la retención no empieza por ofrecer el salario más alto, sino por un propósito compartido, un entorno de crecimiento y reconocimiento y una apuesta real por la diversidad y la conciliación real. Estas soluciones han sido probadas con un alto índice de aceptación y una mejora en las tasas de captación y fidelización de personas en nuestro equipo.
Que Navarra sea una región con alta capacidad para atraer talento es un logro; que lo siga siendo en las próximas décadas dependerá de nuestra habilidad para construir entornos que fidelicen, que reconozcan, que desarrollen y que protejan a las personas.
En Tafalla Iron Foundry S. Coop. estamos convencidos de que cuidar a las personas no es solo una obligación ética: es una estrategia industrial y empresarial imprescindible para que nuestro futuro sea competitivo y sostenible.
Retener talento no es un lujo: es imperativo si queremos asegurar que Navarra sigue siendo competitiva y próspera.
El autor es director de Recursos Humanos y Asuntos Legales en Tafalla Iron Foundry S. Coop.