PAMPLONa. ¿Cómo está siendo este inicio de pretemporada?

Como todas. Es un poco duro al principio y habrá que ir acostumbrándose a los entrenamientos y a las dobles sesiones. No hay nada fuera de lo normal.

En junio no se sabía si este año iba a estar en Osasuna o en otro equipo, y aquí sigue.

Siempre he estado tranquilo y siempre he pensado que iba a estar aquí. En Pamplona estoy muy a gusto y para mí ya es demasiado estar en Osasuna. Por eso estaba muy contento de poder regresar el 10 de julio. Nunca he pensado en otras cosas.

¿Tuvo ofertas concretas para salir?

Esa pregunta se la debía realizar al director deportivo, Martín González, o a mis representantes. El jugador es el último que se entera de todo, y yo en vacaciones he intentado estar fuera de todo ese lío y dedicar el tiempo a pasarlo bien.

El que estará menos contento será su excompañero Ricardo López, ya que su continuidad en Osasuna dependía de su salida a otro equipo.

Es lo que más hemos comentado todos. Es un pena porque todo el mundo le echamos de menos, y yo en especial. He compartido mucho con él tanto cuando estaba en el filial como en el primer equipo. Se trata de un gran portero y una grandísima persona.

¿Se cerró la puerta de salida o habrá que esperar hasta el 31 de agosto?

Eso habrá que preguntárselo al club y a los representantes. Yo estoy muy a gusto aquí. Esas cosas son de palacio y yo ahí no me meto.

El año pasado hizo una gran temporada y dejó el listón muy arriba. ¿Cómo afronta este nuevo curso?

Hay que afrontar la temporada como el año pasado, tanto a nivel individual como colectivo. Debemos ir partido a partido. Personalmente, mi intención es ayudar al equipo al máximo en todo lo que pueda, tanto si me toca jugar como si no.

¿El hecho de haber sido titular el año pasado le hace partir este curso con ventaja respecto a Asier Riesgo?

Todo depende de cómo lo enfoques. Si lo enfocas mal, te relajas, te acomodas y, al final, te comen la tostada. Habrá que seguir trabajando, dándole duro y demostrándole al míster que puedes estar ahí, porque Asier e Imanol no se van a relajar.

¿Se ha planteado algún objetivo personal para este nuevo año?

Mejorar en todo: con el pie, en las salidas, en las paradas... Me planteo los objetivos día a día. Me centro en cada entreno. No voy más allá.

¿Qué le parecen las bajas que se han producido en el equipo?

Más que pensar en las bajas hay que pensar en la gente que ha venido. Estamos los que estamos y entre todos nos tenemos que ayudar para hacerlo lo mejor posible. Todos los que han venido lo han hecho con ganas e ilusión. Son muy buenas personas y vienen con ganas de trabajar. En Osasuna vamos todos unidos y eso es lo importante.

¿Cree que la plantilla mantiene el nivel deportivo del año pasado?

Sí. En los partidos se irán viendo, pero creo que el nivel no tiene por qué bajar. Osasuna es un equipo que se junta, en el que todos van a por lo mismo. Lo importante es el grupo, no los individuos. La filosofía sigue siendo la misma.

¿En qué ha cambiado Andrés Fernández durante este año?

Intento ser el mismo en el sentido de la humildad, el trabajo, la sencillez, aprendiendo cada día un poco más. El año pasado aprendí mucho. Adquirí tranquilidad, algo que se coge jugando partidos. Ahora afrontas los encuentros con más naturalidad y tranquilidad porque no es algo nuevo.

Esta semana comienzan los amistosos contra el Huesca.

Este miércoles es especial para mí porque nos enfrentamos al Huesca, donde jugué. Le tengo mucho cariño a esa ciudad y cuento ahí con muchos amigos.