pamplona. Qué diferente es arrancar una semana de trabajo después de una victoria...
Pues sí, esta semana estamos contentos, pero sabemos que lo que hicimos es un paso importante pero no definitivo. Quedan tres jornadas, la cosa está apretada y hay que seguir porque seguramente, aunque consigamos una victoria en Granada, no estaremos salvados esta semana. Hay que ser conscientes de que lo que hicimos ante el Getafe fue importante y bonito, pero no suficiente, y de que quedan 15 días de incertidumbre y nervios.
Será muy importante que el equipo sepa regular tanto la relajación como esa tensión...
La relajación no hace falta, pero la tensión sí porque puede existir esa sensación de que si ganas igual consigues el objetivo. El Granada está tan necesitado como nosotros, también está el tema de los golaverages y el equipo está muy concienciado de lo que queda por delante.
El recibimiento de la afición ante el Getafe fue una muestra más de que el estado de ánimo influye.
No podemos pedir que nos reciban así siempre, pero es verdad que fue más que un aliciente para empezar el partido con esa garra. La afición siempre responde en los momentos importantes y lo seguirá haciendo. Imagino que en el próximo partido en casa la gente estará ahí, y ojalá nosotros podamos corresponderle sobre el terreno de juego.
También en Granada se está preparando un recibimiento especial para los suyos el sábado.
Vamos a tener un ambiente hostil, deportivo pero hostil, y una afición que va a estar a muerte con su equipo. Por eso no tenemos que especular ni guardarnos nada e ir a por la victoria. El ambiente será complicado, pero de peores hemos salido. Recuerdo hace un par de temporadas un 1-3 en Zaragoza en un partido con ciertas similitudes. Veo más peligro en el equipo en sí que en el ambiente, porque el Granada tiene un juego muy interesante y peligroso a pesar de que no disfrute de un gran bagaje goleador.
¿Cómo puede hacer daño Osasuna a un equipo como el Granada?
En este partido en concreto, la necesidad de ambos equipos va a hacer que ambos nos volquemos. Si somos capaces de leer el partido y saber cuándo lanzarnos a la contra, sería una buena manera de poder sacar algo positivo.
Un empate podría beneficiarles a ambos. ¿Lo firmaría?
No me conformo para nada con el empate. Si ganan Dépor, Zaragoza o Celta, otra vez nos meteríamos en una situación complicadísima, muy parejos en cuanto a puntos con los rivales directos. A día de hoy no firmo el empate, igual después lo daría como bueno, pero a priori no.
¿Cómo se imagina el choque?
Muy intenso, de esos en los que hay que dejarse la piel. Sabemos lo que nos jugamos y no tenemos que especular ni guardarnos nada, hay que vaciarse, con cabeza, pero sí, y tratar de saber qué hacer en cada momento.
Se refiere también a la importancia de las jugadas a balón parado...
Durante una gran fase de la Liga nos ha costado mucho, pero ahora estamos recuperando lo que ha sido Osasuna en los últimos años, porque siempre hemos creado mucho peligro a balón parado. Los delanteros no están teniendo suerte de cara al gol, pero generan ocasiones. El equipo está en una buena dinámica, en un gran momento de moral y en cuanto a generar ocasiones y minimizar las del rival. El partido ante el Granada será completamente distinto al del Getafe, pero veo a mis compañeros muy metidos.
El rival del sábado llega en un gran momento físico. ¿Cómo está Osasuna en ese aspecto?
El Granada demostró ante la Real Sociedad que está muy fuerte. Hasta el minuto 30 de la segunda mitad parecía que la Real iba a ganar 4-1 con facilidad, pero en el tramo final pincharon y el Granada mostró un plus físico que hay que tener muy en cuenta. Nosotros hemos tenido algunas molestias musculares y algunos jugadores hemos tenido que pedir el cambio, pero el equipo está bien.
Es el momento de variar el rumbo de los partidos a domicilio...
No se nos han dado muy bien últimamente, pero es el momento de sacar la garra y cambiar eso, sí.
Granada y Osasuna son dos conjuntos muy poco goleadores. ¿Considera más importante marcar o mantener la portería a cero?
Lo prioritario es mantener la puerta a cero. Recuerdo que comenté con Arribas en el descanso ante el Getafe que estaba preocupado porque no entraban las ocasiones y yo le dije que se centrara en defender porque los delanteros marcarían antes o después. Y qué curioso que al final fue él quien marcó el único gol del partido (entre risas). El equipo está bien en la faceta defensiva y ese tiene que ser nuestro punto fuerte. Pero estoy convencido de que los goles llegarán porque estamos generando muchas ocasiones.
Existe una carambola según la cual si ustedes ganan y pierde el Deportivo pueden estar salvados esta misma semana. ¿Lo ve posible?
En el vestuario hay opiniones para todos los gustos, pero creo que es mejor no pensar demasiado en ello porque puede inducirnos a equivocarnos. Bajo mi punto de vista, aunque consigamos la victoria, creo que no vamos a estar salvados esta semana. Tenemos que estar en la onda de sacar puntos y cuando el domingo tengamos todos los resultados, hacer las cuentas.
Así que pondría un 1 en la casilla del Deportivo-Espanyol.
Como aficionado le pongo un 1, porque se juega mucho más el Dépor. Luego puede pasar cualquier cosa, pero a priori creo que será así.
¿Qué supondría una derrota en Granada?
Para mí sería tremendo. Seguiríamos dependiendo de nosotros mismos, pero no sería nada bueno porque el resto de equipos se juegan la vida y juegan en casa, que son partidos marcados en rojo y lo normal es que los ganen.
Respecto a usted, parece que recupera su puesto en el equipo titular después de un tiempo.
No sé todavía si jugaré, pero eso no es lo más importante. Estamos todos dispuestos a ayudar, y lo digo muy sinceramente, que juegue quien tenga que jugar. Nunca hemos tenido problemas entre los jugadores por ese tema.
¿Cómo asumió su caída del once e incluso de la convocatoria?
Es difícil, solo había vivido algo así una vez en mi carrera deportiva. Es verdad que venía de un par de partidos malos y el fútbol es así, por suerte o por desgracia tiene estas cosas, y más en un equipo como Osasuna donde todos tenemos un nivel parecido. Uno puede estar de acuerdo o no con el rol que tiene en el equipo, yo en concreto me lo tomé bien, aunque es evidente que un cambio así es difícil de asumir.