pamplona. Osasuna regresó ayer a los entrenamientos tras dos días de descanso y lo hizo con una sesión larga e intensa, que se extendió durante dos horas. Primero en el gimnasio y luego sobre los campos de hierba de Tajonar, los jugadores tuvieron su primera toma de contacto en una semana que, por la disputa del partido el viernes -21.00 horas, en Valladolid-, va a ser obligatoriamente corta y en la que, también, se va a tratar especialmente la cita por el cúmulo de circunstancias que se quiera -necesidad clasificatoria, conocimiento del rival, falta de tiempo-.

Los jugadores van a tener dos sesiones a puerta cerrada en El Sadar para practicar con tranquilidad y secreto cuestiones referentes a la cita en el campo pucelano. Los rojillos se ejercitarán hoy y el jueves, desde las 10.30 horas, en el estadio pamplonés y ello es sinónimo de la rigurosidad con la que Javi Gracia quiere mimar la preparación del partido.

Osasuna está a la espera de la llegada de los internacionales y su presencia tiene su incidencia en los planes del entrenador. Tanto Raoul Loé como Silva fueron titulares en el último compromiso liguero, aunque el acierto no acompañó sus actuaciones. El centrocampista francés podría llegar al entrenamiento matinal de hoy, mientras que la presencia del chileno no parece nada clara quizás hasta el mismo jueves. Osasuna viaja ese día por la tarde a Valladolid y dependerá del viaje de regreso desde Canadá tanto su viaje como su inclusión en la lista de convocados, hecho éste de indudable trascendencia para la alineación -el chileno ha contado con la confianza del nuevo técnico desde el principio-.

Al margen de ello, Javi Gracia cuenta con toda la plantilla a su disposición salvo los lesionados Nino y Sisi y el sancionado Oriol Riera. Es decir, tiene futbolistas suficientes del primer equipo como para plantear una alineación obligatoriamente con variantes respecto a la que perdió ante el Almería. El técnico rojillo recupera a De las Cuevas y a Loties y ambos parecen futbolistas del gusto del entrenador tanto por condiciones como por rendimiento. Mientras que la baja de Oriol Riera, el delantero de referencia de Osasuna y primer defensa del equipo, obliga a una alteración más considerable, ya que no hay un futbolista en la plantilla con esas condiciones de 9 rematador y también hostigador de las defensas.

Tanto el rendimiento discreto del equipo en la elaboración del juego en el centro del campo, como la necesidad de buscar alternativas para la delantera quizás hayan llevado a programar estas sesiones a puerta cerrada en las que, sin mirones, se pueda practicar variantes muy evidentes para la alineación titular. Por lo menos, que no se vea.