En mi niñez y juventud fui socio de Osasuna y, aunque no existía Indar Gorri, Graderío Sur era el alma de El Sadar. Tuve que dejar de ser socio por motivos laborales y vivir fuera de Pamplona y ahora llevo más de 18 años de socio. Sigo pensado que Graderío Sur es el alma de El Sadar. En ningún momento he sido socio de Indar Gorri e, incluso en ocasiones, me he mostrado muy crítico con algunas de sus actuaciones. Me consta que ellos también han hecho su propia autocrítica. Pero lo que está claro es que sin Indar Gorri El Sadar no es El Sadar. Ni se le parece. Todos estamos orgullosos de un estadio que anima y empuja como ninguno. Todos estamos orgullosos de ser una afición que presiona al rival y lleva en volandas a nuestro equipo. Y, queramos o no, hoy por hoy sin Indar Gorri no ocurre nada de eso. Los dos últimos partidos ha sido una pena ver el estadio de El Sadar enmudecido. “Todos somos Osasuna” y todos somos importantes a la hora de apoyar a Osasuna, pero está claro que hay un grupo que comienza las canciones, que lidera los cánticos y que sin él El Sadar es menos Sadar. Este grupo está denunciando el trato vejatorio que se está produciendo, no sólo hacia sus miembros, sino hacia todos los espectadores. Los cacheos, las prohibiciones, las negaciones de derechos, las sanciones?

Llevamos años presenciando cómo para la Liga de Fútbol Profesional los socios y aficionados no contamos para nada. Los horarios de los partidos son un ejemplo de ello. Pero además tenemos que vestir, animar, pensar? como ellos quieran. La LFP dice: Si te portas bien y haces lo que yo mando, vistes como yo digo y cantas lo que yo quiero, te ofrezco entradas a 15 euros y te doy subvención para tus desplazamientos, que es lo que están haciendo con la Federación de Peñas Beti Gorri (sería interesante analizar por qué este colectivo no dice nada en este asunto). Pero, si no haces lo que ellos quieren, todo son trabas, amenazas, cacheos, sanciones...

Estos días se está librando un pulso por unos derechos fundamentales, no sólo de los aficionados de Graderío Sur, sino por los derechos de todos los aficionados. Hemos llegado a un punto en el que parece que, en el momento que entras en El Sadar y pasas la tarjeta, has perdido un montón de derechos civiles. Pierdes tu derecho a reunión, pierdes la libertad de expresión... Y banderas, bufandas y camisetas que son completamente legales, una vez que cruzas la puerta de El Sadar dejan de serlo.

Decía un escritor alemán en tiempos de los nazis: “Primero vinieron a buscar a los comunistas, y yo no hablé porque no era comunista. Después vinieron por los socialistas y los sindicalistas, y yo no hablé porque no era lo uno ni lo otro. Después vinieron por los judíos, y yo no hablé porque no era judío. Después vinieron por mí, y para ese momento ya no quedaba nadie que pudiera hablar por mí”.

No sé si el culpable de esta situación es la LFP o el responsable de seguridad del club o el coordinador de seguridad de la Policía. Pero si “todos somos Osasuna”, es un problema que nos concierne a “todos”: presidente, junta directiva, director general, defensora del socio, compromisarios, peñas? y por supuesto, a todos los socios. No sea que dentro de un tiempo tengamos que decir: “Primero vinieron a por los de Graderío Sur y no hice nada porque soy de Preferencia, después vinieron...”.El autor es socio de Osasuna nº 2.433