pamplona - Santi Castillejo se recupera de la celebración al tiempo que empieza a pensar ya en la próxima temporada en una categoría que conoce bien como entrenador y jugador: la Segunda B.

Título y ascenso.

-No es fácil quedar campeón y menos subir ante un equipazo como es el Cádiz B. Queríamos hacerlo a la primera, porque cuando tienes la doble oportunidad, llegas a la segunda con el golpe psicológico de haber perdido la primera eliminatoria y de tener que competir a pleno rendimiento un mes más.

¿Qué les dijo a los jugadores en el descanso, con el 0-1 en contra?

-Que teníamos que seguir con lo que estábamos haciendo. Estábamos preparados y al equipo no le afectó. Había que seguir en el plan. La clave estaba en abrir a banda y crear superioridades. Así fue como llegaron los goles.

No le gusta destacar a nadie, pero que un jugador marque tres goles no pasa inadvertido.

-Por supuesto que marca mucho anotar los tres goles, pero hemos llegado hasta aquí por el trabajo de todos durante todo el año. Todo el mundo ha jugado partidos importantes y para mí es igual el que juega un minuto, el que no juega o el que marca tres goles.

¿Esperaba una temporada así cuando fichó hace un año?

-No sé si uno es capaz de soñarla tan perfecta. Cuando uno empieza un proyecto nuevo, no piensa que todo va a salir tan bien. Es lo que uno escribiría a los Reyes Magos. Sabemos que la situación de este año es difícil de repetir en el fútbol.

¿Dónde ha estado la clave?

-En las pautas que planteamos en pretemporada. En el Promesas la formación debe ser para el fútbol competitivo y enseñar a los chavales a competir en cualquier circunstancia y ante cualquier rival. Y el aspecto defensivo, que a cualquier chaval le suele costar mucho, lo cogieron con ganas, creyeron en ello y demostraron que era la línea a seguir. No hemos cambiado. Hemos jugado siempre con dos delanteros, con dos extremos, con dos pivotes, con dos laterales que llegaban hasta la línea de fondo... Así llegaron los goles el domingo y fue el reflejo de lo que hemos hecho toda la temporada.

¿Cuál ha sido el momento más complicado de la temporada?

-Cuando pierdes el primer partido y empatas un par después, que parecías intocable y entran las dudas... Pero el equipo se rehízo muy bien. O cuando estábamos a ocho puntos de la Peña Sport, nos recortó y se puso a un punto, nos podían haber temblado las piernas, pero los jugadores se responsabilizaron y aguantaron muy bien la presión. Son momentos que podían haber llegado a ser malos, pero los chavales han sido un ejemplo y se han responsabilizado. Han aguantado la presión como si fueran profesionales.

¿Cuál ha sido su mayor satisfacción?

-Que 25 jugadores de casa, de los que 20 son navarros, y con una media de 19 años, han participado activamente y la mayoría ha jugado más de mil minutos. Hacía cambios, jugaba uno, jugaba otro y el equipo funcionaba. Hemos conseguido ganar la Liga así y quiero agradecer la confianza y el trabajo de los jugadores. Todos se han sentido partícipes y por eso la alegría ha sido inmensa. Para mí es una satisfacción importante demostrar que la cantera de Tajonar está viva y que no somos menos que nadie.

¿Han entendido los jugadores esos cambios cada jornada?

-Ellos lo han entendido bien. Te fastidiaba porque se quedaban muchos en la grada, pero el mérito era de todos ellos, que se merecían jugar. Han sido respetuosos al límite con mis decisiones, han entendido que había mucha competencia, que no les quitaba porque lo hubieran hecho mal, sino porque los demás también se merecían jugar, y es parte del aprendizaje. Estamos a un paso del fútbol profesional. Hay muchos jugadores buenos con el balón, pero en el Promesas hay que enseñarles a ser futbolistas, a aprender la profesión.

¿Cuál es la diferencia entre ser buen jugador de fútbol y ser futbolista?

-Buenos jugadores de fútbol hay muchos, pero futbolistas son pocos. Es algo más que jugar a fútbol. Es comprender el negocio del fútbol y entender que un día eres titular y al siguiente estás en la grada y tienes que seguir trabajando igual. Son los valores que me enseñaron a mí cuando estaba en Osasuna. Que porque te vaya mejor o peor, tú siempre debes seguir. Ni te vienes arriba, ni te vienes abajo.

¿Hay ya futbolistas en el Promesas?

-Sí. Por sus cualidades llegarán a donde les dé su nivel, porque han aprendido a competir como futbolistas.

El viernes debutaron Aimar Oroz y Javi Martínez.

-Sí, y antes Endika, Moncayola, Herrando también han ido convocados... Para mí es una satisfacción. Pero no tengamos prisa con ellos, porque son muy jóvenes. Barja o Torres han estado cinco o seis años en el Promesas. Queremos correr demasiado. Son jugadores buenos, pero no los podemos echar a perder por precipitarnos. No pasa nada porque sufran en el Promesas, a veces sin jugar. Es parte del aprendizaje.

A veces costaba entender cuando dejaba de convocar a un jugador que estaba entrenando con el primer equipo. ¿Eso era decisión suya o del club?

-A veces el primer equipo necesitaba jugadores y Jagoba era el que decidía quién tiene posibilidades de ir convocado y esa semana era dinámica del primer equipo. Esa semana, Jagoba es el que manda.

A la vuelta podía haberlos utilizado, pero no lo ha hecho.

-Hay que ser comprensivos. Esta última semana, por ejemplo, Aimar y Javi Martínez viajaron a Córdoba, han sido campeones, supongo que cierta celebración habría habido... No puedes viajar a Córdoba y volver para jugar un partido de play off. Hay que ser razonable con la gente y no meterle una presión que no deben tener a esa edad. Y cuando tienes 25 y cualquiera puede jugar, es un mal menor.

Los resultados dicen que ha acertado.

-Bueno, nosotros tomamos decisiones, pero el que acierta es el futbolista. Cuando era jugador lo pensaba, pero ahora mucho más. Nosotros estamos para intentar ayudarles, pero ellos son los que juegan.

Es su segundo ascenso, tras subir al Reus a Segunda B.

-Sí. El del Reus fue cuando empezaba a entrenar, en un año difícil en el que se me murió un jugador de un ataque al corazón, entramos como cuartos a la fase de ascenso... Este año ha sido la presión de mantener la primera posición con un equipo más joven. El de este año ha sido más redondo, con chavales muy jóvenes, que ves crecer día a día y te enorgullece. Ese trabajo es muy gratificante.

Y cómo se disfruta más, ¿como jugador o como entrenador?

-Cuando eres jugador piensas más en el aspecto individual. Como entrenador, en el colectivo. Ahora la satisfacción es mayor. Sufrimos más cuando perdemos, pero también nos alegramos más cuando ganamos, porque ves que mucha gente es feliz y las alegrías compartidas son mayores.

Toca pensar en el futuro.

-El miércoles hay que pensar en la planificación. No son vacaciones. De todos modos, la estructura que tiene Osasuna hace que Braulio y Cata estén para eso. Tú puedes dar tu opinión, pero no tienes que hacerlo todo, como me ha tocado en otros clubes.

Continúa en el Promesas.

-Tenía la opción de renovar por subir. El club estaba contento y me quería renovar, pero la satisfacción de subir no se paga con dinero.

En esta plantilla ¿está la base del Promesas en Segunda B?

-Sí. No tiene por qué cambiar mucho. Cuando chavales jóvenes, de casa, demuestran que pueden competir, hay que confiar en ellos. Habrá que hacer algún refuerzo, eso sí.

Año perfecto para el club.

-Lo del año de Osasuna es increíble. Un trabajo bien hecho que ha tenido recompensa. En el fútbol el trabajo bien hecho no siempre tiene recompensa, pero cuando trabajas bien, tienes más posibilidades de que llegue. Y Osasuna lleva tiempo haciendo las cosas bien. Estamos muy cerca de lo que ha sido Osasuna siempre, un club de cantera, con un primer equipo de juego vertical que engancha con la grada, con nosotros intentando hacer un juego similar al del primer equipo... Y la mayor satisfacción fue ver el domingo ver disfrutar con nosotros como lo ha hecho con el primer equipo. Eso es bonito porque Jagoba ha marcado el paso y nosotros nos intentamos parecer. Yo llevaba mucho tiempo fuera y ves que la idiosincrasia es la misma. Es lo más bonito y la clave del primer equipo.

¿Cómo ha sido la relación con Jagoba?

-Le di las gracias personalmente el domingo porque nos ha ayudado a no perjudicarnos en cuanto a jugadores. Él viene de la cantera. Tener a un entrenador en el primer equipo que mira hacia abajo con esa naturalidad es de agradecer. Ha sido una relación muy fácil. Cogía a los jugadores que necesitaba, pero te lo decía con mucho tiempo. Es de agradecer.