pamplona - Hace poco más de un mes que Marc Cardona (Lleida, 08-07-1995) luce los colores de Osasuna. La apuesta de la entidad navarra por hacerse con los servicios del ariete se remonta hasta el pasado mercado de invierno. A pesar de que a Cardona le sedujo la idea de vestir de rojo, su deseo no pudo cumplirse hasta junio. Tras una temporada en la que no ha tenido las oportunidades que le hubiera gustado disponer, ganas no le faltan a un futbolista que, pese su juventud, sabe perfectamente a dónde ha venido.

¿Qué tal está siendo su adaptación en este primer mes en Pamplona y en Osasuna?

-Bien, estoy todavía adaptándome a la ciudad, al equipo, a los compañeros y tratando de hacerlo lo más rápido posible, que para eso he venido aquí.

Al final se hizo en junio el fichaje que no pudo llevarse a cabo en invierno.

-Sí que es verdad que en invierno sonó bastante el tema para venir aquí y yo estaba dispuesto a llegar aquí. Al final, por circunstancias ajenas a mí, del Eibar, que era el club al que pertenecía en ese momento, no se pudo hacer y se ha dado ahora. Mejor tarde que nunca (sonríe).

Personalmente, ¿cómo vivió los últimos minutos del cierre del mercado invernal?

-Yo, personalmente, estaba tranquilo ya que en Eibar estaba muy cómodo porque allí me ayudaron todas las personas del club, todos los compañeros y el cuerpo técnico, que me trataron muy bien. Pero, obviamente, con la situación deportiva era con la que no estaba cómodo porque no estaba jugando mucho y por eso quería una salida en Navidad. Pero al final no se pudo dar, me tocó quedarme y lo asumí con toda la naturalidad posible y luego resultó en la segunda vuelta que tuve más minutos y oportunidades y cambió un poco la dinámica que llevaba en la primera vuelta.

¿Llegó a pensar en invierno marcharse a otro club que no fuera Osasuna?

-No. Sí que es verdad que hubo alguna otra oferta de otro equipo, pero mis agentes y yo pensamos que lo mejor era recalar aquí y cuando salió la opción en Navidad no contemplamos otra cosa que no fuera salir del Eibar solo a Osasuna. No hubo más.

Cuando se abre el mercado en verano, desde el club se comenta que si ya existió el interés en invierno por contratarle, en verano no iba a ser menos. ¿Existe algún contacto con Braulio o Jagoba en la segunda vuelta en relación a su fichaje?

-Alguna vez, cuando estaba acabando el año, que nosotros en Primera lo terminamos antes, sí que a Braulio le mando un mensaje cuando Osasuna consigue el ascenso para darle la enhorabuena, al igual que a Jagoba, pero sobre el fichaje se encarga mi agente. Pero cuando el fichaje estaba cerca de cerrarse sí que hablo un par de veces con Braulio y con Jagoba, pero porque era cuestión de tiempo que se cerrase el asunto.

Recordando la rueda de prensa del día de su presentación, se llegó a decir que Osasuna había apostado fuerte por usted.

-Soy consciente del esfuerzo que han hecho para ficharme y sé del deseo que había desde Navidad en que yo llegase aquí, y la verdad que es algo que yo he valorado desde el primer momento y sí que es verdad que no tenía otra opción en la cabeza que no fuera venir a Osasuna. Es un año nuevo, otra temporada en Primera para seguir sumando partidos al máximo nivel y voy a intentar devolver al máximo ese esfuerzo que el club ha hecho por mí.

A pesar de que no tuvo los minutos que le hubiera gustado disponer, algo positivo podrá sacar de su primera temporada al máximo nivel...

-Sí, claro, porque de todo se aprende. Fue un año complicado porque al inicio no jugaba mucho, solían ser partidos sueltos. Casi toda la primera vuelta jugué creo que tres partidos y eso al final es una situación difícil que tienes que saber llevar. Allí estuve bien cuando lo pasé mal por no jugar porque los compañeros y el cuerpo técnico me hacía todo más llevadero. En la segunda vuelta cambió la dinámica y fue a mejor. Para ser la primera temporada no creo que fuera del todo mala, podría haber sido mucho peor, pero yo siempre intento sacar las cosas buenas de todos los sitios y me quedo con que allí he dejado muchos amigos y gente que son un 10 como personas. Ahora toca otra etapa y vamos ver cómo transcurre.

¿Qué sabía de lo que es Osasuna antes de llegar aquí?

-No había tenido oportunidad de jugar aquí porque vine con el Barça B y jugué el descuento, pero sí que sé de Osasuna todo lo que no sabe la gente que no está metida en el club. Sé que tiene una afición que lo da todo por el equipo, que Osasuna aquí es como una religión y por eso quiero estrenarme en El Sadar para ver el ambiente que hay como local, que ya lo he sufrido como visitante.

En estas dos-tres semanas de entrenamientos que llevan de pretemporada, ¿cómo se está encontrando?

-Bien. Al principio, en la primera semana es la que cuesta un poco más porque vienes de un periodo de tiempo en el que no haces nada, estás en la playa y eso quieras o no te cuesta un poco. Ahora, que ya hemos cogido un poco de ritmo, falta por terminar de coger los conceptos que quiere el míster y creo que en pretemporada los partidos que hemos jugado hemos estado bastante bien, pero la pretemporada está también para conocer a los compañeros.

¿Cómo ayuda a los nuevos que la base del año pasado se mantenga en casi toda su mayoría?

-Al final es mejor. Si al paso de los años una determinada parte del bloque se mantiene es mucho más fácil para los que venimos adaptarnos a la forma de juego porque al final todos van a saber a lo que juegan y vas a tener fácil para adaptarte. Es distinto a lo que pasa otras veces en otros equipos, que haces una temporada buena y hay muchos cambios de jugadores y ahí es más complicado, porque es casi empezar desde cero.

Puede jugar en la banda, como segundo punta o incluso como delantero centro. ¿En qué posición se encuentra más cómodo?

-Yo siempre de pequeño he jugado de delantero centro, pero sí que es verdad que con el paso del tiempo me he convertido en un jugador que puede jugar en varias posiciones de ataque. Desde que fui al Barça empecé a moverme más por la zona de la media punta y sí que este año donde más he jugado en el Eibar ha sido en la banda. Al final intento hacer todo lo posible donde juegue para ayudar al equipo.

¿Cómo se describiría?

-Creo que soy un jugador muy trabajador, que nunca baja los brazos y que siempre intenta dar el máximo y dejarlo todo en el campo, porque si no dejas todo en el campo no puedes estar satisfecho. Creo que también soy un jugador que me gusta mucho asociarme con mis compañeros y llegar a zona de portería para intentar meter gol. Me ha caracterizado siempre estar rondando la zona del área por ver si cae el balón, a veces eso es más difícil (se ríe).

Supongo que en estas semanas habrá podido hablar con Jagoba para ver lo que quiere de usted.

-Sí, claro. Hablamos en cada entrenamiento y en cada ejercicio, que van enfocados en la idea de juego que tiene de juego. Sobre todo con los nuevos, cuando hay que hacer algún tipo de corrección, se acerca y nos dice “mira, necesitamos hacer esto”, pero al final donde más se ve es en los partidos porque en el entrenamiento los ejercicios los realizamos en espacios reducidos y es menos real. En los últimos partidos se ha visto que los nuevos vamos teniendo más clara la idea de juego del equipo, porque al final cuando vienes a un sitio nuevo y cambias la forma de jugar de donde venías es más costoso adaptarse, pero para eso está la pretemporada,

¿Cómo es, por tanto, la relación con Jagoba?

-Es una relación entrenador-jugador. Es una relación cordial con todos los jugadores. Es alguien que va de cara y si te tiene que decir las cosas buenas te las dice, y lo mismo con las malas. Yo creo que es lo ideal para un jugador, que te diga siempre lo que haces.

Viendo la plantilla, va a estar caro jugar este año...

-Es algo bueno para el equipo porque hay competencia. Al final, tenemos muchas alternativas arriba, creo que de todos los de arriba la mayoría podemos jugar en varias posiciones y rendir bien, pero al final todos los equipos tienen que tener eso porque no puedes tener un jugador para cada posición porque durante el año, ojalá que no, pero puede haber contratiempos de lesiones, acumulación de tarjetas... El míster decidirá quién juega y quién no y será una decisión que habrá que aceptar.

No va a ser una temporada fácil al ser un recién ascendido.

-No, está claro. No es fácil porque es Primera División, pero no solo para los recién ascendidos, sino que lo es para todos los equipos que tienen la permanencia como objetivo.

¿Dónde cree que puede estar la clave para conseguir la permanencia?

-Creo que la clave va a ser hacerse fuerte en casa, sobre todo este club por la historia que tiene y el fortín que suele ser El Sadar. Pero esta es la Primera División y cualquier equipo te puede hacer daño. Creo que la clave está en ser un equipo compacto, que vayan todos a una e intentar siempre sacar puntos fuera de casa porque eso también es clave para salvarse. Si solo sumas en casa, alguna vez vas a perder, y si fuera no sumas, al final va a ser difícil salvarse. Tenemos que ser regulares.

Ha dicho que algún partido en casa se va a perder, pero se puede dar el caso, como esta temporada, que Osasuna no ha perdido en El Sadar...

-Es una de las claves. Si te haces fuerte en casa, a la que saques cuatro o cinco partidos fuera ganados, o incluso menos, porque recuerdo la temporada pasada con el Eibar, que no sé si ganados dos partidos fuera de casa, y al final nos salvamos fácil porque en casa éramos un equipo fuerte.

Además, aquí dicen que la afición es diferente a las demás...

-La gente que viene de fuera, que no ha vivido nunca lo que es Osasuna por dentro, como es mi caso, podemos ver que en las tres semanas que llevo aquí, cuando he ido a dar una vuelta por el centro, cuando he ido a algún centro comercial o incluso al cine, ya se ve que la gente cuando te ve por la calle te para, te anima y te da ánimos para la temporada y eso indica lo que es el fútbol para la gente de Pamplona.

¿Cree que a sus 24 años, esta temporada puede servir para asentarse en Primera División de cara al futuro?

-Puede ser, porque al final cualquier futbolista lo que quiere es disputar el máximo número de temporadas en Primera División y al máximo nivel. El año pasado pude debutar en la categoría gracias al Eibar, que me dio esa oportunidad y ahora en este segundo año en Primera intentaré hacer una buena temporada para conseguir el objetivo de la permanencia y estar otro año más en Primera. En mente cada futbolista tiene sus retos personales, pero al final tienes que ir poco a poco y si los puedes cumplir bien, y si no puedes, tienes que intentar estar lo más arriba que te permitan o que tú puedas.

En Eibar, Mendilibar empleó un sistema 4-4-2 y aquí Jagoba Arrasate dibuja un 4-2-3-1. ¿Cuál de los dos esquemas se adaptan mejor a lo que es Marc Cardona?

-No sabría decir, porque al final el año pasado en Eibar empecé jugando partiendo desde la banda, que no es mi posición natural, y al final terminé adaptándome con ese sistema que usa el Eibar de presión alta, y de ir todos para arriba y me adapté mejor. El 4-2-3-1 fue el esquema que empleó el entrenador que tenía en el Sanluqueño, pero yo creo que soy un jugador que me adapto a los sistemas que requieran los entrenadores. También en el Barça B jugábamos 4-3-3 y creo que la primera temporada fue muy buena.

Esa segunda línea de ataque en el esquema de Jagoba resultó aportar al equipo una buena cantidad de goles. ¿Cree que eso puede ser una ventaja para restar parte de la presión goleadora que debe tener un delantero?

-Sí, claro, pero porque al final, cuanta más gente llegue al ataque, más opciones vas a tener de meter gol. Si juegas con u 4-5-1 arriba vas a tener un jugador y la responsabilidad goleadora va a caer sobre ese jugador. En cambio, en el 4-2-3-1 tienes más opciones de marcar gol porque incorporas al ataque 4 jugadores. Pero, al final, que marque el delantero, el banda, el centrocampista o incluso el defensa da igual porque lo que cuenta es que se consigue el gol.

¿Se considera más un delantero que necesita tener el balón o es más bien rematador?

-Creo que mi juego depende de la situación del partido. Al final en un partido no puedes tener todo el rato el control de la pelota. Sí que soy un jugador que me gusta asociarme con el balón porque no me gusta estar mucho tiempo sin recibirlo, pero un delantero al final tiene que estar para rematar y tú tienes que ser el primero en llegar al área. Así que si soy capaz de bajar a recibir balón también tengo que ser capaz luego cuando lo suelte de ir al área a ser el primero a rematar. Diría que soy una mezcla de ambas.

¿Cómo es el contraste entre estar en la dinámica de un club grande como es el Barça a pasar luego a clubes más humildes como el Eibar u Osasuna?

-Tú eres jugador de fútbol y en todos los sitios haces lo mismo, que es jugar al fútbol. El fútbol es un deporte, aunque sea un trabajo, pero a mí me sirve para divertirme porque es algo que llevo haciendo desde pequeño. Pero sí que es verdad que el Barça es el Barça y ahí las cosas se magnifican. Se mira cualquier pequeño detalle con lupa porque es uno de los mejores clubes del mundo. A los del filial no se les mira tanto con lupa pero también hay mucha gente pendiente de ellos. Es algo que se nota porque luego cuando fui a Eibar es todo más natural. No tienes que estar pendiente de todo porque no se da tanto bombo a cosas que pasan en el campo. Por poner un ejemplo, si el Barça pierde un partido se va a mirar con lupa, en cambio en el Eibar o en Osasuna, si se pierde un partido, al ser un club más humilde no tiene tanta repercusión. No digo que no pase nada porque a nadie le gusta perder, pero el Barça está obligado a ganar todo y es todo más diferente.