Pamplona - Cuando se detuvo la Liga por culpa del covid-19, Osasuna ocupaba la 11ª plaza de la clasificación con 34 puntos, 9 por encima de la zona de descenso y a 11 de la sexta posición, la última que en teoría da acceso a una competición europea. Eso era entonces. También ahora. Casi dos y meses medio después del aplazamiento de la competición por la pandemia, al conjunto navarro le quedan aún por disputar 11 partidos para la conclusión del campeonato. En cinco de ellos ejercerá de local -aunque sin público- y Osasuna quiere disputarlos en El Sadar pese a las obras de reforma del estadio. Para lograrlo, el club trabaja para solventar los problemas de iluminación derivados del desmontaje de la cubierta de la grada de Preferencia, la más alta del recinto y en la que se sujetaban un buen puñado de focos a los que ahora debe buscarles otra ubicación para cumplir con los requisitos de la retransmisión televisiva de sus partidos. A falta del visto bueno de la Liga de Fútbol Profesional, en el club tienen confianza ciega en solucionar este problema y poder jugar como local en El Sadar.

La idea que manejan en la entidad rojilla es la de levantar un andamio provisional en el que poder colocar los focos, una solución de urgencia en la que trabajan con la empresa constructora que se está encargando de la remodelación del estadio, VDR, y también con el responsable de infraestructuras de la Liga, una figura que también está vigilando las reformas de otros estadios de clubes de Primera División. Aunque Osasuna todavía no tiene el beneplácito de la patronal, lo cierto es que en el club existe el convencimiento de que no será necesario elaborar un plan B, puesto que consideran que, a tenor del tono de las reuniones mantenidas con la Liga, el ok no tardará en llegar.

En todo este asunto resulta conveniente recordar que la Liga se reanudará, como muy pronto, el 12 de junio, con el 19 de junio como alternativa y el 26 de junio como última y más lejana opción en el tiempo. Y como todo se retomará donde se dejó -a los rojillos les toca visitar a la Real Sociedad en la 28ª jornada del campeonato-, Osasuna aún dispondrá de algunos días más para preparar su reestreno como local en El Sadar -en la 29ª recibirá al Atlético-, teniendo en cuenta que en el plan de la Liga se contemplan partidos cada tres o cuatro días con el fin de completar la competición cuanto antes.

Un campo alternativo En el supuesto de que Osasuna no dispusiera del visto bueno de la Liga para disputar sus encuentros como local en El Sadar durante lo que resta de campeonato, lo cierto es que al conjunto rojillo se le plantearía un problema que en el club no se contempla. En este supuesto, los rojillos tampoco podrían jugar en su habitual lugar de entrenamiento, Tajonar, ya que las instalaciones no reúnen las condiciones necesarias para la retransmisión televisiva, requerimientos que tampoco tiene ningún otro estadio de Navarra, por lo que Osasuna tendría que mirar otras opciones fuera de la comunidad. Y las más cercanas serían Mendizorroza (Vitoria), Reale Arena (San Sebastián), San Mamés (Bilbao), Los Pajaritos (Soria), La Romareda (Zaragoza) y El Alcoraz (Huesca), por citar algunos ejemplos. Y en cualquiera de estos casos, habría que estudiar la compatibilidad de estos estadios, todos ellos de equipos de Primera y Segunda División que, al igual que Osasuna, se van a encontrar en junio y julio con un apretado calendario de competición.

En cualquier caso, aunque los rojillos quieren ser locales en El Sadar, pese a estar en obras, lo que no se descarta en el club es la posibilidad de que, en el supuesto de que Osasuna asegure la permanencia, buscar otra ubicación para sus partidos como local a partir de ese momento para, de esta forma, acelerar las obras de un estadio al que ahora mismo casi nadie reconoce al encontrarse en un profundo estado de renovación. Pero eso es otra historia.

Las obras aceleran. El club publicó ayer en su perfil oficial de Twitter varias fotos del estado actual de las obras de reforma del estadio de El Sadar, ofreciendo algunos detalles que aparecen recogidos en estas mismas páginas y que dan fe de que la remodelación avanza a ritmo vertiginoso, incluido el desmontaje de la grada de Preferencia, detalle que no se incluyó en el proyecto inicial y que elevará el precio.