on los ojos bien abiertos. Así se quedaron los rojillos con la alineación de Jagoba Arrasate. El de Berriatua se marcó un once sorprendente y más al ver que el lateral era Unai. Experimento. Ya sorprendió el domingo y le salió bien. ¿Por qué no iba a ser así en la vuelta a El Sadar?

Pues no fue, no. Desde el inicio se vio donde cojeaban los rojillos. Es entendible que Arrasate quisiese oxigenar fuerzas. Esto va a ser un sprint pero largo, y Osasuna tiene sus encuentros más importantes en un par de semanas. No hay que llegar cansado. Pero lo cierto es que el once no rindió. Joao Félix buscó la espalda de Unai con tanto ímpetu que el rojillo va a tener pesadillas con él. Unai es un gran central, pero en el lateral, como ya le había pasado en otras ocasiones, sufre una barbaridad, mejor olvidarlo de aquí en adelante. El joven portugués, por su parte, es bueno, ya lo demostró en la ida, pero le falta demostrarlo en un partido en El Sadar, con su gente, lleno y apretando. Habrá que esperar para eso.

Y es que la ausencia de público se notó mucho. Osasuna, sin su afición detrás, pierde mucho. A todos los equipos les pasa, pero en el caso de los pupilos de Arrasate es aún más sangrante la pérdida. No hay que ser adivino para saber que con la grada llena, el público habría llevado en volandas al equipo tras el 0-1. Pero no había nadie y, lo peor, es que no lo va a haber por un tiempo. Así es la nueva normalidad del fútbol. Esperemos que dure poco. En este caso sí que es cierto eso de que cualquier tiempo pasado fue mejor.

Osasuna tiene margen de maniobra para hartarse, pero no para dormirse y menos para hundirse. El revolcón de ayer tiene que servir a los rojillos para salir adelante, no comerse mucho la cabeza ya que no hay tiempo para entrar en un mar de dudas. Como dijo Arrasate, a pensar en el domingo ya que no hay tiempo para lamentarse. Osasuna se tiene que levantar, quitarse el barro, besarse las pupas y volver a echar a correr.

Además, toda la masa social rojilla tiene claro el crédito que se ha ganado este equipo y, aún más, su entrenador. Jagoba nos ha traído hasta aquí y llevará el barco a buen puerto seguro, lo de ayer solamente fue un revolcón.

El público habría llevado en volandas al equipo tras el 0-1, pero no había nadie y, lo peor, es que no lo va a haber por un tiempo