A Osasuna le empiezan a salir las cuentas para la permanencia gracias al cambio radical que ha sufrido su dinámica de resultados en un espectacular inicio de segunda vuelta. Y es que los rojillos han pasado de ocupar la penúltima plaza de la clasificación de la Liga de Primera División al término de la primera vuelta con 16 puntos en 19 partidos, a protagonizar una gran escalada hasta la 12ª posición con 25 puntos gracias a que ha saldado con victoria tres de sus cuatro últimos compromisos.

Aunque las comparaciones suelen resultar odiosas, en esta ocasión no lo son tanto porque el conjunto navarro ha conseguido en sus cuatro primeros partidos de la segunda vuelta ocho puntos más que antes los mismos rivales en la primera. Si en Granada cayó 2-0 en el partido de la cuarta jornada aplazada hasta enero, en El Sadar pudo 3-1 con el cuadro del exrojillo Diego Martínez para poner fin a una racha de 13 jornadas ligueras sin conocer el triunfo. Y tras caer 1-0 en Sevilla ante el Betis, un rival que ya había ganado en Pamplona (0-2), Osasuna se apuntó otra victoria como local (2-1) contra el Eibar, frente al que había empatado sin goles en Ipurua, rematando la faena con el 0-1 del pasado domingo en su visita al Levante, que en El Sadar remontó para remontar un tempranero gol de Roberto Torres (1-3).

Que Osasuna ha reaccionado queda también comprobado a través de la comparativa entre las victorias que logró en la primera vuelta y las que ya acumula en los cuatro partidos que ha disputado en la segunda.

En 19 jornadas, el equipo de Arrasate sumó únicamente tres triunfos, los mismos que ha logrado en las últimas cuatro, prueba fehaciente de que está encontrando el premio al buen trabajo realizado. Y no ha hecho pleno porque en el Benito Villamarín marró hasta cuatro claras ocasiones de gol antes de que Borja Iglesias aprovechara el único error de la zaga en un encuentro en el que Osasuna mereció mejor suerte. No obstante, también resulta justo decir que los rojillos tal vez se llevaron el pasado domingo un premio excesivo del Ciutat de Valencia, donde Sergio Herrera desbarató hasta tres claras ocasiones del Levante, incluido un lanzamiento de penalti.

De ocupar uno de los tres puestos de descenso a la conclusión de la primera vuelta, Osasuna ha dado en apenas un mes un paso de gigante hasta la zona templada de la clasificación y, aunque es cierto que su renta con los tres últimos puestos no resulta aún definitiva (4 puntos), también lo es que son 11 los equipos que están por debajo de los rojillos en la tabla.

La reacción de Osasuna también es palpable al consultar la clasificación de la segunda vuelta, en la que los rojillos son quintos, con los mismos 9 puntos del Real Madrid, y solo superados por el líder real, un Atlético que ha sumado 10 de 12, y por Sevilla y Barcelona, ambos con 12 de 12. Y tiene mérito el asunto, porque son los cuatro que dominan la Liga y que siguen en la Champions, y dos de ellos aspirantes y favoritos en la Copa. l