Osasuna y el Chimy Ávila siguen aproximando posturas para la ampliación del contrato del jugador. El delantero argentino tiene vinculación con el club hasta 2023 -dos temporadas más- y la ampliación abarcaría otras dos campañas más, hasta 2025. El nuevo contrato contemplaría una subida de su claúsula de rescisión -la actual asciende a los 25 millones de euros- y unos incentivos en los emolumentos por número de goles y partidos. Las negociaciones entre el club y el representante del jugador continúan porque, a pesar de que Osasuna confía en que se cierre próximamente la operación, no existe prisa para ello y la entidad rojilla es la que quiere marcar los tiempos con un futbolista al que tiene atado.

Los técnicos confían en que el jugador vuelva a coger ritmo y tenga el protagonismo de su primer temporada en Osasuna, en donde fue un referente en el juego del equipo y, con su rendimiento y goles, fue un elemento interesante para otros clubes -el interés del Barcelona por hacerse con sus servicios fue uno de las posibilidades candentes justo antes de su primera grave lesión-.

El Chimy Ávila (6 de febrero de 1994, 27 años) volvió a jugar con Osasuna la semana pasada en un encuentro amistoso ante el Eibar después de un largo periodo de baja. El delantero se rompió el ligamento cruzado de la rodilla izquierda el 24 de enero de 2020 y el 9 de septiembre sufrió la misma lesión en la rodilla derecha. El partido ante el Eibar el pasado día 25 se convirtió en el día de su esperado retorno al fútbol después de muchos meses de ausencia. Chimy Ávila ha jugado 22 encuentros oficiales con Osasuna -20 de Liga y dos de Copa-, anotando 11 goles en las dos competiciones -9 y 2- en los encuentros de la campaña 2019-20 antes de su lesión.

A la Liga le quedan dos meses, termina el 23 de mayo, y tras la inclusión del futbolista en los planes de Arrasate para el encuentro ante el Huesca (0-0), el anterior al parón, el jugador deberá esperar a los siguientes compromisos para tener sus primeros minutos en un encuentro oficial.