Chupinazo en Madrid. Así tituló el diario Marca su portada del 31 de diciembre de 1990, un día después de que Osasuna conquistara el Bernabéu con un 0-4 en una de las tardes más mágicas de la centenaria historia rojilla. Una hazaña que Osasuna tan solo ha logrado repetir en otra ocasión: la victoria por 0-3 en 2004. Mañana (21.00 horas), los rojillos buscarán lanzar su tercer chupinazo en Madrid la misma semana en la que se ha hecho oficial la suspensión de los Sanfermines por segundo año consecutivo.

Osasuna visita al Real Madrid (esta vez en Valdebebas) con mucho que ganar y nada que perder ante uno de los mejores equipos del continente. Con la salvación en el bolsillo -que podría ser matemática esta jornada- los rojillos se erigen como jueces de la Liga y se encuentran con una nueva oportunidad de hacer historia en una de las salidas tradicionalmente más temibles del calendario.

La diferencia presupuestaria es abismal y las estadísticas no engañan. En sus 38 visitas ligueras a Madrid, Osasuna acumula 31 derrotas (82%), 5 empates (13%) y tan solo dos victorias (5%). En Copa, los registros tampoco son nada halagüeños: 4 derrotas en sendas visitas al Madrid. En total, 42 partidos en la capital con un contundente resultado global: 121-34 y goleadas de escándalo como un 8-0 (1958), un 7-0 (1959) o el 7-1 de 2011.

Muchas derrotas y, entre ellas, algunos rayos de luz, partidos para la historia, victorias imposibles y empates heroicos. Gestas inolvidables en las que David venció a Goliat, auténticas rebeliones contra la lógica del fútbol grabadas a fuego en el imaginario colectivo de la afición rojilla.

Jan Urban se erigió en leyenda con un hat-trick en el 0-4 del 30 de diciembre de 1990 ante la quinta del Buitre. El delantero polaco adelantó a los rojillos con un remate de cabeza a la salida de un córner, clavó en la escuadra un derechazo desde 35 metros y volvió a batir a Buyo con sutileza en la segunda parte. Larrainzar (a pase del polaco) cerró el marcador con un potente tiro cruzado que entró tras pegar en el poste.

El 11 de abril de 2004, Osasuna repitió la gesta ganando con Aguirre en el banquillo al Madrid de los galácticos. Valdo aprovechó un balón suelto para fusilar a Casillas en minuto 3, Pablo Gacía sorprendió después con una sutil vaselina y el pequeño Moha cerró la goleada de cabeza tras una gran cabalgada del propio Valdo.

Después de esas victorias históricas, la última vez que Osasuna puntuó en el Bernabéu fue en 2005 (1-1). De nuevo con el vasco como técnico, Osasuna empató en el templo blanco jugando con 10 desde el minuto 15 por expulsión de Puñal. Milosevic adelantó a los rojillos en el minuto 76, pero Roberto Soldado igualó el marcador en el 84.

Desde entonces, 10 victorias consecutivas del conjunto blanco. Algunas con polémica -cómo olvidar la expulsión de Juanfran por simular dos penaltis en 2009-, otras con suspense (Ronaldo puso el 3-2 en el minuto 89 en 2010) y algunas hasta sangrantes, como el 7-1 en 2011.

Este sábado, la generación del coronavirus aguarda con ilusión una nueva gesta y mantiene la esperanza de vivir un tercer chupinazo ante el Real Madrid de la Superliga. Para ello, el adorado santo Jagoba (retratado como tal en las calles de la ciudad) deberá guiar a los suyos en el encierro de Madrid, como ya hicieran Zabalza y Aguirre con anterioridad. Kike Barja, Rubén García, Torres o Jony tendrán que cabalgar por la banda como exaltados zaldikos recordando a Valdo o a Moha. En defensa, los cabezudos serán David García, Unai o Aridane, reconocidos como algunos de los zagueros con mejor juego aéreo de toda Europa. Y en punta, Calleri, Budimir y Gallego deberán bailar como verdaderos gigantes, emulando las actuaciones de Milosevic, el Chengue Morales o Jan Urban, que hace 31 años se coronó como auténtico rey polaco.