Después de unas semanas tranquilas en las oficinas de Osasuna en cuanto al mercado de fichajes se refiere, la dirección deportiva rojilla está poniendo ahora en marcha la operación salida para reducir la masa salarial de la plantilla. A pesar de que Enric Gallego sonaba con fuerza para ser el primer nombre en la rampa de salida, ha sido Brandon Thomas el que le ha adelantado y apunta a ser el primer jugador en abandonar la entidad navarra en este periodo estival.

El balear encadena dos sesiones de entrenamiento sin ejercitarse con sus compañeros y, aunque se le ve presenciando los ejercicios del grupo con el vendaje por la herida inciso contusa que sufrió en la pierna izquierda, estaría resolviendo los últimos flecos para rescindir su vinculación con Osasuna y poner rumbo al Málaga, equipo que en las últimas horas ha apretado para hacerse con los servicios del jugador mallorquín.

Brandon Thomas llegó a Osasuna cedido por el Rennes en la temporada del ascenso, en una operación por la cual el conjunto rojillo se comprometía a comprarlo si subía de categoría. El balear disputó 36 encuentros en la primera campaña, en los que anotó cinco goles.

Sin embargo, Brandon quedó relegado a un papel secundario en la plantilla en la siguiente temporada, por lo que en invierno se marchó cedido al Girona, con el que anotó dos goles antes de romperse el ligamento cruzado a principios del mes de marzo.

El delantero tuvo que esperar hasta mayo para operarse, ya que las intervenciones se fueron retrasando porque los centros sanitarios estaban en plena lucha contra las consecuencias del covid y ello incidía en el calendario de intervenciones, y no fue hasta diciembre cuando regresó a los entrenamientos con Osasuna. Después de tener minutos en Copa del Rey, Brandon se marchó a préstamo al Leganés, equipo al que no pudo ascender a Primera División, pero con el que disputó cinco encuentros. Ahora, todo hace indicar que su estancia en Pamplona ha concluido.

Otro jugador que no entra en los planes de Jagoba Arrasate para esta campaña es Enric Gallego. El espigado delantero catalán, de hecho, ocupa el quinto lugar en la nómina de delanteros. Barbero, cedido al Alcorcón la pasada campaña, le ha adelantado, mientras que Budimir, Chimy Ávila y Kike García, por su parte, pelearán por hacerse con un hueco en el once.

Misión complicada la que tiene un Enric Gallego que, pese a no disponer apenas de minutos, tiene cartel en Segunda División. El Eibar es el equipo que más fuerte ha pujado por conseguir firmar al delantero, a quien no le termina por seducir la idea de abandonar Osasuna y regresar a Segunda División, donde firmó una excelente actuación en la media temporada que disputó con el Extremadura.

15 goles 19 partidos en Almendralejo le bastaron para ser enrolarse en las filas del Huesca, donde coincidió con el Chimy Ávila, en el mercado de invierno. El ariete anotó cinco goles, pero no pudo evitar el descenso del conjunto oscense a Segunda División.

Esa circunstancia le abrió la puerta del Getafe, que apostó fuerte por su fichaje, ya que abonó seis millones de euros al Huesca. Cinco partidos después, y la imperiosa necesidad de Osasuna de buscar un sustituto para el lesionado Chimy Ávila en el mercado de invierno, hizo que el cuadro rojillo consiguiera la cesión de Enric Gallego.

El tramo final de campaña de Enric Gallego no desentonó, pues consiguió anotar tres goles con los que ayudó a Osasuna a lograr la permanencia. Pero esta campaña su protagonismo ha quedado en segundo plano. A pesar de haber disputado 22 encuentros ligueros, Gallego ha sumado un total de 798 minutos.

Hasta el momento, la operación con el Getafe le ha costado a Osasuna un total de 3 millones de euros: dos de ellos correspondientes a la compra obligatoria del jugador por mantener la categoría la pasada campaña, así como uno adicional por haberse salvado en esta última temporada.

El montante económico total ascendería a 4 millones de euros si Enric Gallego cumple su contrato y la entidad rojilla finaliza por encima de la 18ª posición el próximo curso. Es este último millón de euros el que pretende ahorrarse el club con la salida del jugador.