De tiempo en tiempo, en particular cuando las cosas van mal, se instala entre la afición un debate sobre la presencia de jugadores de la cantera en el primer equipo como garante de su estabilidad. No hace tantos años que Javi Gracia tuvo que improvisar en una rueda de prensa y apretado por los periodistas ante la alarmante ausencia de jugadores navarros en la alineación (hubo partido en el que no intervino ninguno), el entonces entrenador salió por peteneras y resolvió el debate argumentando que, más o menos, para navarro ya estaba él. Y así le fue a Osasuna.
Entre esa postura y el querer imponer la presencia de futbolistas de la tierra por norma estatutaria hay un camino intermedio: el de la meritocracia. En este capítulo lo que ocurre es que donde la afición o la prensa detectan a un chaval con futuro, los entrenadores echan el freno de mano y prefieren no correr riesgos, unas veces para no pillarse los dedos, otras para no poner en peligro la carrera del incipiente futbolista por tomar una decisión antes de plazo. El osasunismo ha visto de todo en la época más cercana: debuts de canteranos que no respondieron a las expectativas (Jose García, Olavide, Otegui, Javi Martínez Tabernero), alguno que asomó en el momento inadecuado (Lorea) y fulminaron su carrera, y otros a los que asentarse en el profesionalismo les obligó a estar en lista de espera (Kike Barja). El método de Arrasate es el de la cocción a fuego lento y hay que reconocer que los resultados le han dado la razón. Ahí están Moncayola, Pablo Ibáñez y Oroz. Con estos antecedentes, hay que entender que la elección ayer para el once inicial de Iker Muñoz e Iker Benito no obedece a una situación puntual, a un relleno momentáneo, sino que ambos están en los planes del cuerpo técnico. Su desempeño en esta temporada con el filial lo refrenda. Muñoz es el ancla del Promesas, un futbolista de choque, ladrón de balones de guante blanco y de dar salida a la pelota sin complicarse la vida. El partido de Cádiz ha sido su bautizo de fuego; la responsabilidad de ser titular no le vino grande: pidió el esférico, le dio buena circulación y no mostró complejos frente a adversarios más experimentados.
Benito (o Sánchez o como prefiera) ha tenido un periodo de pausa meses atrás que hizo temer por la progresión que ya apuntaba como juvenil. Parece que, como sucede con Barja, el protagonismo de Abde le ha espoleado y le ha animado a arriesgar en una demarcación tan sometida a la lupa que al futbolista se le ve mucho lo que hace y lo que no hace. Y Benito tiene cambio de ritmo y desborde; y también ejecuta con arte la bicicleta. Observando su rendimiento de ayer, ambos son más que buenas promesas; son futbolistas que pueden ser utilizados con garantía, como la que ofrece Diego Moreno, o como la oportunidad que reclaman, por méritos más que por cuna, Jorge Herrando y Eneko Aguilar. Porque esta temporada está demostrando que Osasuna tiene un profundo fondo de armario, que en Tajonar el trabajo es de calidad y que el entrenador, que parecía segurola en determinados casos, marca bien los tiempos de los chavales. Hay que felicitarse y celebrar una final de Copa, sí, pero cada vez que un chico de la cantera llega al primer equipo con visos de tener continuidad sabemos que Osasuna va en el camino correcto.
Confidencial
El Sevilla no pierde de vista a David García. La debilidad del Sevilla este año en la demarcación de defensa central (traspasos de Koundé y Diego Carlos más las lesiones de Marcao) ha lastrado al equipo. En el afán por reforzar una posición tan determinante, Monchi vuelve a tener subrayado en su agenda a David García, por el que ya se interesó anteriormente.
Lo apretado del calendario condiciona la final de la Copa
No parece que uno de los partidos más relevantes de la temporada goce de un trato de favor. Al contrario, la final de Copa asoma comprimida en mitad de un calendario que acumula jornadas como si tuviera prisas por terminar cuanto antes. Es lo que provoca la saturación de competiciones de clubes y selecciones. Osasuna va a llegar al 6 de mayo con cuatro partidos en quince días mientras que al Real Madrid le espera el Manchester City tres días después de la final.
Moncayola ha intervenido en todos los partidos de Liga
Jon Moncayola es el único integrante de la plantilla que ha participado en los 30 encuentros del Campeonato, una vez que Kike García se perdiera el compromiso de ayer por acumulación de tarjetas. El centrocampista es un comodín para Arrasate por su ductilidad a la hora de adaptarse a diferentes demarcaciones.
El árbitro alarga la segunda parte 11 minutos y el partido llega a los 104
En principio, Del Cerro aplicó 8 minutos de alargue a la segunda mitad, decisión a todas luces desproporcionada por el tiempo que se había perdido. Pero tras el golpe que recibió David García, sumó 3 más. En resumen, cuando acabó el partido el cronómetro señalaba 101:20 minutos, que mas los tres del primer periodo convierten este Cádiz-Osasuna en el partido más largo de la temporada, en la Liga, con más de 104 minutos de duración.
200 partidos oficiales de Unai García con Osasuna
Con diez temporadas en el club, Unai García alcanzó ayer los 200 partidos oficiales. El canterano ha participado en 86 encuentros de Liga de Primera, 96 de Liga de Segunda, 16 de Copa y dos de promoción. Titular en el inicio de la temporada, ha perdido protagonismo en la segunda vuelta por el buen rendimiento de Aridane.
Gol antológico de Rubén García, el tercero que le marca al Cádiz
No llegan a mil los minutos de juego en partidos de Liga, en este curso, de Rubén García. En su quinta temporada en Osasuna, ha pasado a desempeñar un papel secundario. El gol marcado al Cádiz le devuelve el protagonismo a un futbolista que, aparezca mucho o poco, siempre aporta y hace gala de una ejemplar profesionalidad. Rubén García parece tener en el objetivo al Cádiz, al que le ha marcado tres goles como rojillo.