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Osasuna debe cambiar

El equipo de Arrasate persigue romper su dinámica de malos resultados en casa, esta vez frente a una potente Real Sociedad, para no ceder hacia la zona de los apuros

Osasuna debe cambiar

Hace varias jornadas que Osasuna lleva proclamando como objetivo a cada encuentro que debe ganar, sí o sí. No es que en otros momentos se obvie tal misión, pero es que las exigencias de la Liga comienzan a apretar y hay que lograr una victoria ya, y respirar. Tampoco es que el equipo de Arrasate atraviese una situación clasificatoria preocupante, pero un par de resultados más sin el premio completo de los puntos seguro que lleva a los rojillos al camino de las estrecheces, al territorio de los apuros. Osasuna tendrá que cambiar porque su última trayectoria se resume en un relato de desgracias, con demasiados goles perdonados, otros más concedidos y una sensación general de debilidad pese a hacer muchas cosas bien. Este es el matiz más doloroso, porque Osasuna no necesita jugar rematadamente mal para perder.

Arrasate calificó la derrota en Villarreal de muy dura, dolorosa. Ha tenido que haber rearme anímico durante estos días y probablemente tocará alguna remodelación en la alineación. Al técnico le llega un momento de decisiones nada fáciles, porque la coincidencia de malas actuaciones con resultados discretos es sinónimo de cambios, o debería serlo. En Villarreal, donde se hicieron oportunidades para ganar y se jugó muy bien un tiempo, se vivió una pesadilla por el festival de Morales, que cuestionó a los defensas –a unos más que a otros– y, de paso, certificó lo que todo el mundo sabe: que hay que ser más fino de cara a puerta, explorar mejor el camino. Si no, batacazo.

La lesión de Rubén Peña provocará un cambio en la alineación, pero está abierta la puerta a alguno más. Arrasate alabó la línea de creación de los tres centrocampistas de la Real Sociedad –Zubimendi, junto a Brais y Mikel Merino forman una sociedad que tiene hielo y fuego, equilibrio y lío–, lo que puede propiciar en los medios de Osasuna alguna variante para contenerlos. Además de Rubén Peña, Brasanac y Kike Barja conforman la lista de ausentes para esta noche.

Todas las buenas intenciones de Osasuna se van a encontrar enfrente con el equipo de la Liga que mejor juega. La Real no va a propiciar un encuentro fácil y, todo lo contrario, se presenta como un contrincante gigantesco, un reto mayúsculo que a partir de dimensionarlo se podrá afrontar, como todo en el deporte.

El encuentro de Champions ante el Salzburgo le sirvió a Alguacil para dosificar a unos cuantos de sus futbolistas más habituales. El técnico realizó seis cambios ante el conjunto austriaco, dando descanso a Robin Le Normand y Mikel Merino –los dos internacionales–, y haciendo disputar tan solo unos minutos a Traoré, Take Kubo y Ander Barrenetxea. Con la única baja de Carlos Fernández, que se sigue resintiendo de la lesión de esguince de ligamento lateral interno en su rodilla, la Real tiene a todo el personal en condiciones para intentar seguir con su racha de victorias seguidas en Pamplona. Aunque la necesidad de Osasuna debe ser un duro escollo.

Los datos

Tres bajas. Los lesionados conocidos, Kike Barja, Darko Brasanac y Rubén Peña, son las tres bajas del equipo para hoy. Peña fue el único titular en el anterior encuentro de Liga.

Una victoria aún. Osasuna solo ha conseguido una victoria en casa en lo que lleva de temporada, fue contra el Granada.

Penúltimo partido en casa. A Osasuna le quedará tras cumplir el compromiso de esta noche solo un encuentro para despedir 2023 como local, será frente al Rayo Vallecano el viernes 15 de diciembre.

Cinco victorias seguidas. La Real lleva una racha imponente en El Sadar ya que suma cinco victorias consecutivas.

Descansados. Imanol dio descanso en Champions a Le Normand y Merino.