Osasuna se reenganchó a su Liga cuando todo parecía perdido, en el tiempo añadido, también a todas sus ilusiones y, por la emoción de la conclusión del partido ante el Mallorca, le ha echado más fuego a la pelea por jugar en Europa la próxima temporada. Como se trata en este trayecto definitivo de tener fe, todavía más, Osasuna la mantuvo hasta el final y en el minuto 94 fue Boyomo el encargado de resucitar a los suyos, de acabar con la agonía en un encuentro en el que se habían hecho méritos suficientes para no perder, pero en el que se estaba naufragando. Diciendo adiós.
Osasuna no tuvo una mala actuación y se mostró activo y convencido en la búsqueda de la portería del rival y, cuando todo se puso mucho peor, con el marcador en contra a pocos minutos del final, redobló esfuerzos y expuso carácter y convicción. La reacción final ante la adversidad –llámese error grave en la galopada de Muriqi– es lo mejor que se lleva el conjunto de Vicente Moreno de Palma. Es decir, confianza, un punto e ilusión.
En un encuentro aparentemente tranquilo, volvió a cruzarse el criterio arbitral para tejer la polémica en torno a algunas decisiones. Si nadie cuestionó que el derribo de Catena sobre Muriqi merecía el castigo de la pena máxima –la patada del central rojillo derribó al gigantón del Mallorca, que además de desparramarse, lo mejor que hizo fue ganarle la posición al zaguero–, quedó abierta la puerta para el debate por el manotazo en el área de Maffeo sólo unos minutos antes. Un penalti de los de toda la vida que ahora se cuestionará con la nueva literatura arbitral, que de tanto querer explicarlo todo e impartir justicia incluso con la geometría, se está cargando el juego. Entre la mano no revisada, el gol de penalti, las patadas y acometidas sin fin sobre Aimar y la aparición salvadora de Boyomo, en un encuentro espectacular más allá del gol, se contó la historia del partido. Con luz al final.
Osasuna y Mallorca ofrecieron una primera parte divertida, atrevida a ratos por parte de cada equipo, con presión en la salida del balón a partes iguales y centros y más centros sobre las áreas. Vicente Moreno y Arrasate parecía que no se querían guardar nada y que solo aceptaban consentir cuando el empuje del contrario obligaba. No hubo ocasiones por parte de Osasuna y el Mallorca disfrutó de un par, tampoco claras. En la primera, Boyomo salvó a su equipo de un remate de Muriqi tras una carrera loca del camerunés que pasó como un tren junto al atacante local para quitarle el balón en el momento del remate; Dani Rodríguez también buscó puerta en un lanzamiento de falta, cortó de cabeza Moncayola su disparo con muy mala uva, pero el árbitro lo consideró fuera. El centrocampista rojillo firmó el único remate entre los tres palos de Osasuna, demasiado flojo tras una buena acción a la contra de Bryan. El retorno del delantero fue una buena noticia para Osasuna. El atacante jugó una hora, se probó en carreras contra rivales y en pugnas con más o menos acierto, también supo regresar en algunas ocasiones cuando el encuentro apretó por su costado, pero sobre todo soltó centros deliciosos y combinaciones con peligro, de las que incomodan al rival y le hacen pensar. De una de esas le puso un balón a Torró que el centrocampista no acertó a rematar en el segundo tiempo.
FICHA TÉCNICA:
MALLORCA: Greif; Maffeo, Valjent, Raíllo, Mojica; Mascarell, Costa, Navarro (Jan Salas, m.82), Darder (Asano, m.67), Dani Rodríguez (Copete, m.89); Muriqi (Abdón, m.82).
OSASUNA: Herrera; Areso, Boyomo, Catena, Cruz (Bretones, m.59); Moncayola (Arnaiz, m.86), Torró (Muñoz, m.46), Aimar; Rubén García (Kike Barja, m.89), Budimir, Bryan (Moi Gómez, m.59).
Goles: 1-0, m.81: Muriqi, de penalti; 1-1, m.94: Boyomo.
Árbitro: Cordero Vega (Comité cántabro). Amonestó a Pablo Maffeo (m.91) por el Mallorca y a Lucas Torró (m.35), Catena (m.79), Boyomo (m.86) y Aimar (m.86) por Osasuna.
VAR: González Fuertes.
Estadio: Son Moix. 15.378 espectadores.
El partido se marchó equilibrado a los vestuarios, pero se fue marchando hacia el lado del Mallorca que regresó con algo de más chispa tras el descanso. Vicente Moreno había dado aire al equipo para la hora de encuentro con el relevo de Iker Muñoz por el amonestado Torró en el descanso, y la inclusión a los quince minutos de Abel Bretones y Moi por Juan Cruz y Bryan –con estos cuatro hizo un cambio completo de la banda izquierda–.
Después de muchos minutos de un partido abierto por el resultado y bloqueado a ratos, se dispararon los acontecimientos con la mano no considerada de Maffeo –en el minuto 71–, el penalti de Catena y gol de Muriqi –minuto 81– y el gol de Boyomo –minuto 94–. Aún estuvo a punto de darle la vuelta completa al resultado Catena, cuando en el minuto 97 se topó con Greif. Era demasiado.