Enfatizaba antes del partido Jagoba Arrasate en la importancia que tendría lo que denominó como ‘el factor Bryan’. Las expectativas que genera el extremo obligan a los rivales a extremar la tensión cuando arrastra la pelota con los pies, a poner un plus de atención. Ese estado de vigilia acompaña también al aficionado osasunista, que ve en Bryan la prolongación de Abde, de Valdo o de Martín, gente desequilibrante.
Al malagueño se le espera, aunque la lesión ha enfriado el ritmo con el que entró en la competición. Este lunes, como el partido, Bryan trenzó las mejores jugadas en la primera parte; fueron pocas, pero lo suficiente para tener siempre a dos contrincantes pendientes de él. Aún así, montó un contragolpe cerca de la media hora que no acertó a convertir en gol Moncayola, que pateó la pelota sin colocación ni fuerza. Poco más aportó Bryan, justo físicamente tras la lesión, que no llegó a consumir una hora en el campo. Creo que lo mejor de este futbolista aún está por ver y hay tiempo hasta final de temporada.
Factor arbitral
Un factor con el que no contaba nadie era el arbitral, aunque tal y como está el colectivo, las críticas al VAR, la banalización de los penaltis, la llorera del Real Madrid y etc., etc, etc...; tal y como están las cosas, el trencilla acaba teniendo más influencia en el partido que los jugadores y más protagonismo que los entrenadores. Habrá que atribuir a esa presión externa (o a su preparación) la comisión de errores de bulto. Este lunes, el dúo Cordero Vega-González Fuertes erraron en jugadas clave. Primero, ni el del campo ni el de la tele consideran que la mano de Maffeo, con el brazo extendido y ocupando un espacio, no es sancionable con penalti.
Esa falta se resuelve desde el punto de los once metros en el nuevo fútbol y en el de toda la vida. En segundo lugar, el Mallorca comete una falta sobre Iker Muñoz que el colegiado resuelve con un “sigan, sigan”, como hizo previamente con una patada recibida por Aimar Oroz. El caso es que la continuidad de la acción en la que es derribado Iker deriva en una pésima interpretación defensiva de Bretones en la que Catena, en otro partido emborronado, comete penalti sobre Muriqi. El Mallorca se encontró así con uno de los regalos que le sobraron a Osasuna en la tómbola que montó en Anoeta con motivo de la Copa. De nuevo, parecía que Osasuna arruinaba un partido aseado. Pero en esto apareció el factor sorpresa.
Jugó Boyomo uno de esos partidos que los futbolistas más jóvenes hacen cuando saben que hay ojeadores que les están siguiendo. Ágil en el corte, expeditivo en el cruce, ganando los duelos por alto... Pero es que además, cuando la circulación se atascaba, sacaba la pelota con criterio y con precisión. En más de una oportunidad ensayó un intento de saltar líneas fiel a ese espíritu del fútbol africano de romper los tradicionales esquemas tácticos.
Boyomo, que en el minuto 16 no acertó a embocar en la red un balón que se le echó encima tras un saque de esquina, volvió a encontrar el gol entre un bosque de piernas, como hizo en su debut ante el Celta. El camerunés –que no jugará ante el Real Madrid por otra gracia del árbitro– rescató un punto para un Osasuna que buscó la victoria hasta el minuto 98. Ahí tenemos un delantero para una urgencia.
Confidencial Osasuna
Se busca candidato a la presidencia. Aunque de forma tímida, siguen los movimientos para intentar componer una candidatura que concurra a las elecciones a la presidencia de Osasuna. El más reciente señala a una persona que en su día estuvo vinculado al grupo de Juanra Lafón y Eva Blanco.