El partido del domingo entre Osasuna y Getate (18.30) ha adquirido una importancia imprevista porque los acontecimientos, la suspensión del encuentro ante el Barcelona –también la racha sin victorias de los rojillos con un triunfo en catorce encuentros– y los resultados de la última jornada de Liga, han creado un atasco de equipos en la parte intermedia de la clasificación que se va a hacer difícil de aliviar por lo menos de forma inminente. En esta reunión de circunstancias, Osasuna, que siempre mirará con ilusión y esperanza al partido congelado con el Barça y a esos tres puntos que deberá disputar aún no se sabe cuándo, se ha quedado el último en este nutrido pelotón de aspirantes a jugar en Europa a final de temporada.
No hay mejor imagen de la igualdad que este amontonamiento de conjuntos en poco espacio cuando ya se vislumbra la parte final del campeonato. Ocho equipos están en tan solo cuatro puntos de diferencia: entre los 37 del Mallorca en el séptimo puesto y los 33 de Osasuna, décimocuarto, aunque empatado a puntos los rojillos con los dos anteriores clasificados en la tabla, Girona y Getafe. La sexta plaza es el peldaño superior para todos estos candidatos, parece ya cosa de otro mundo porque el Betis es su actual ocupante y, con 41 puntos, se abre una brecha todavía mayor hacia arriba porque el quinto, el Villarreal, ya tiene 44 puntos. Evidentemente, otra dimensión, la de los buenos.
Osasuna puede considerarse aspirante a todo porque quedan muchos puntos en juego –en su caso, los correspondientes a doce jornadas contando el aplazado, 36 puntos– y las diferencias son minúsculas, por ahora.
El encuentro con el Getafe tiene mucho de confirmación en la lucha entre candidatos a la séptima plaza que da el premio de Europa –puede haber posibilidad de jugar competición continental también desde la octava posición según los resultados de los equipos españoles en las competiciones europeas y la plaza añadida que otorga la UEFA–. El conjunto madrileño está empatado a puntos (33) y en consecuencia es un rival directo, con valor añadido a los puntos en juego –en la primera vuelta Osasuna empató en el Coliseo–. El equipo de Vicente Moreno se juega ese plus de la competencia directa por este objetivo mayor pero, como dijo el propio entrenador en su última conferencia de prensa, no hay que desordenar los objetivos del curso y los puntos, en consecuencia, son trascendentales para la consolidación de la permanencia, la primer etapa en el camino. “Va a haber tiempo para engancharse”, unió a la primera reflexión por aquello de que hay un montón de puntos por repartirse, siempre que se pueda acceder a ellos.
Hay distancia con el descenso
Osasuna mantiene una cómoda distancia con los equipos en puestos de descenso –está a siete del Alavés, decimoctavo clasificado con 26 puntos–, pero en su mano está posicionarse como el líder del pelotón de conjuntos que no van a pasar problemas y van a vivir un final de Liga sin sobresaltos, sentir que los problemas crecen por abajo o, como otra alternativa, dar un salto de ambición y competitividad para terminar el curso haciendo cuentas y comenzando a revisar el pasaporte.
Y como estos ocho equipos van a tener unas vidas cruzadas en las próximas fechas, hasta que la competición se vaya llevando a alguno por delante, este fin de semana el Osasuna-Getafe tiene interés compartido, como también hay un Rayo-Real Sociedad que empuja a la clarificación.