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¿Hay un psicólogo en la sala?

Después del partido de Osasuna en Leganés pienso que ni todo es culpa del entrenador ni los futbolistas pueden quedar a cubierto aprovechando las carencias ya detectadas en el técnico

Mejores imágenes del Leganés-OsasunaJuanjo Martín/Dennis Agyeman/Jorge Ropero

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Jugar como nunca y empatar como siempre. Igual hay que incorporar al cuerpo técnico la figura del psicólogo deportivo. En eso, Osasuna ya fue un adelantado a su tiempo cuando a principios de los ochenta el sofrólogo Iñaki Ventura comenzó a trabajar con la plantilla. Los resultados del diálogo introspectivo pusieron remedio a muchos temores y mejoraron el rendimiento individual. Ahora que el control mental y la identificación de problemas psicológicos son fundamentos para acercar el buen rendimiento del deportista profesional, analizar los problemas de un equipo como Osasuna requiere de menos sesiones de vídeo, no entregar todo el análisis a los datos de rendimiento, y detenerse a escrutar en el factor humano. Porque después del partido de ayer pienso que ni todo es culpa del entrenador ni los futbolistas pueden quedar a cubierto aprovechando las carencias ya detectadas en el técnico.

Además, da igual que Osasuna juegue en ventaja numérica, que marque primero, que domine el 75% del juego, que disponga de remates para golear, incluso que realice uno de sus mejores partidos como visitante; hay un momento en el que aparecen los miedos, las inseguridades, el retroceso defensivo, el romper la organización táctica, el marcar mal y el defender peor. Y, por lo general, el auxilio que se busca en los recambios no hace sino empeorar la situación. De esta manera, un partido que parece ganado, de repente se convierte en una pesadilla futbolística. También para el osasunismo, que contempla el buen desenvolvimiento de su equipo, pero no puede obviar un pensamiento pesimista que le persigue desde que comenzó el año: “Verás cómo al final nos acaban empatando”.

Vicente Moreno sigue sin acertar

El entrenador de Osasuna, que por lo visto preparó con meticulosidad el partido, las estrategias a balón parado y las rupturas por la banda derecha, sigue sin acertar en los cambios tácticos. Ayer, la primera sustitución debió ser la de Bretones, el punto más frágil de Osasuna en la primera parte. El penalti que comete es infantil, innecesario, porque el rival no tiene oportunidad de rematar. ¿En qué estaba pensando? No meter en el campo a Juan Cruz es un error del técnico solo comparable a creer que Moi o Arnaiz pueden arreglar algo.

No puede decirse que Osasuna no jugó al ataque en Leganés; la producción ofensiva superó a cualquiera de las últimas visitas. Para cuando llegó el penalti de Bretones, los rojillos deberían ir ganando, sin exageraciones, por 0-3. Contra todo pronóstico, Budimir no tuvo su mejor noche; falló a puerta vacía, por no rematar con la pierna derecha y entregó el balón al portero; mandó el balón por encima del larguero, con la derecha, tras un pase de Rubén García; y en un mano a mano con el portero, de nuevo con el pie malo, no acertó a definir.

El VAR

Y un factor más que contribuyó a ese estado de desconcierto general: el gol anulado por el VAR a Torró. La recreación del fuera de juego quiere convencernos de que el hombro de Rubén García invalida la jugada. Como única prueba ofrecida al público me parece insostenible. Y si no ha sido manipulada, le falta poco.

Vídeo resumen del Leganés - Osasuna

Con unas cosas y con otras, Osasuna pasó de acariciar la permanencia con argumentos gruesos a seguir metido en el lío. Se lo tienen que hacer mirar, porque los dos puntos perdidos en Leganés pesan mucho en el ánimo de todos.

Confidencial

Ofertas de entrenadores. Las agencias de representación están a la que salta. Con Vicente Moreno en la cuerda floja, al club han llegado ofertas de entrenadores en paro. Cuentan que alguno de ellos estuvo entre las opciones que manejó el club para sustituir a Arrasate.