El nombre de esta disciplina proviene de la palabra parcours, que significa recorrido en francés. Y es que, el Parkour, es conocido popularmente como el arte del desplazamiento, ya que consiste en trasladarse en un entorno cualquiera utilizando la habilidad del propio cuerpo, superando obstáculos que se encuentran en el camino.

Poco a poco esta disciplina novedosa está presente en las calles de la capital navarra, aunque todavía es muy desconocida entre los vecinos. Asier Bendoire, un joven de 14 años aficionado al Parkour explicó que "mucha gente no sabe realmente lo que hacemos, normalmente las personas mayores o padres con hijos, son los que no lo ven bien, creen que estamos haciendo el gamberro que vamos a romper cosas, pero nunca molestamos a nadie". El joven pamplonés reclamó que "nos gustaría que la gente conozca lo que hacemos, que lo vea como una disciplina y no como algo malo, nos encantaría que se formara una asociación en Pamplona, y así realizar exhibiciones, concursos y más que nada normalizar el Parkour". Bendoire ya lleva dos años con su afición al Parkour y afirmó que "todo comenzó un día en la ciudadela que nos dio por saltar muros, a partir de ahí nos dimos cuenta que lo que hacíamos tenía un nombre y que era mucho más de lo que pensábamos".

el día a día Entre las personas aficionadas a esta disciplina, se encuentra un grupo de ocho jóvenes, entre 14 y 21 años, que disfrutan cada tarde del entorno urbano que les ofrece Pamplona para poder avanzar con su gran afición, el Parkour. Este grupo suele entrenar alrededor de 5 horas todas las tardes durante el verano y se está fortaleciendo gracias a esta disciplina, "normalmente quedamos desde las 17.00 a las 22.00 horas, aunque en invierno, por el instituto, no tenemos tanto tiempo. El Parkopur ha hecho que nos juntemos un grupo de amigos y que cada día tengamos más confianza los unos en los otros", comentó Bendoire. El entrenamiento para este grupo de jóvenes comienza en la pasarela de Yamaguchi, de ahí avanzan a varios puntos de la avenida Sancho el Fuerte y terminan su día en la Ciudadela. "Algunas veces probamos lugares nuevos, es un poco según lo que vamos viendo, si apreciamos algo que se pueda aprovechar para lo que hacemos, lo probamos", comentó Jon Guruceaga, otro de los componentes del grupo.

Un modo de andar Cada persona y aficionado al Parkour tiene su propia definición para la disciplina. En esta ocasión los ocho jóvenes coinciden en que es "una forma de andar, un modo novedoso para desplazarse por la ciudad. No es solo diversión, ya que tiene una filosofía detrás". La ciudad de Pamplona se ve de otra manera con el filtro del Parkour, "es algo que te inspira, con esta afición tenemos una forma de ver las cosas muy distinta a la de otras personas, cuando alguién ve un objeto, como por ejemplo un banco no aprecia nada más allá, en cambio nosotros le damos la vuelta a todo", afirmó Vergara.

Esta disciplina va más allá del esfuerzo físico, según este grupo de aficionados "no solo es agilidad, valor y resistencia, es mucho más importante la confianza y la seguridad, es todo más psicológico que físico. Con reunir estas características, mucho entrenamiento y constancia, cualquier persona lo podría practicar".