pamplona - El barullo que se formó ayer alrededor del lago de Mendillorri fue considerable. Y el tamaño de algunos de los bichos que salieron de sus aguas todavía más. 30 carpas de unos 10 kilos, una decena de lucios medianos y dos algo más grandes (cinco kilos aproximadamente), un par de anguilas plateadas de metro y medio de longitud o dos bestias marinas, que responden al nombre de siluro, tan bien comidas que alcanzaban la docena de kilos y el metro y medio de envergadura. También cangrejos rojos o un centenar de galápagos, los típicos que se encuentran en las tiendas de mascotas, pero ya con el caparazón adulto (algunos de 4 kilos y 40 centímetros).

Esta ingente cantidad de fauna de agua dulce, a excepción de las anguilas, son especies exóticas e invasoras que jamás debieron conocer este lago de unos 13.000 metros cúbicos, vacío de vida cuando se creó hace 20 años aprovechando una fuga del depósito de Mendillorri. Los técnicos de Medio Ambiente de Ayuntamiento de Pamplona y Gobierno de Navarra no se cansan de recordar los peligros de esta práctica, prohibida por la ordenanza municipal.

Por ejemplo, las tortugas extranjeras, de mayor envergadura y agresividad que las autóctonas (galápago europeo y galápago leproso), se quedan con el hábitat de éstas, las desplazan y llevan a su desaparición. Lo mismo pasa con el cangrejo rojo o americano y con otras tantas especies que se cuelan donde no les corresponde.

peligro para la biodiversidad “La gente piensa que como el lago está en mitad del parque y no en un medio natural, se puede echar cualquier cosa sin ningún peligro. Nada más lejos de la realidad”, explicó ayer José Fermín Costero, responsable del Servicio de Ecología Urbana del Ayuntamiento de Pamplona. “Para empezar, el lago está conectado por la red de pluviales con el río, por lo que si abrimos una válvula, por ejemplo para la limpieza, ya existe riesgo de que esos peces o tortugas acaben en el río. Por otro lado, este lugar se convierte en un reservorio. Lo mismo que algunas personas vienen aquí y sueltan peces, también pueden cogerlos y llevarlos a otro sitio. Cuantos menos lugares existan con peces exóticos invasores mejor. Porque esto es un peligro. Como con el desastre natural de las minas de Aznalcóllar en Doñana. Aquí tienes un tanque con agua contaminada, en este caso de peces invasores, que en un momento dado, accidental o intencionadamente, pueden acabar en el río”, desgranó Costero.

También aludió al aspecto educativo. “Los niños de Mendillorri están acostumbrándose a que haya lucios de Norteamérica, percas o galápagos de Florida, que no pintan nada aquí, a ver gente pescar, etc... Interiorizan que esa es la fauna autóctona, y eso no es educativo en un parque tan transitado y visitado como este. Queremos que el lago tenga vida, efectivamente, y por eso lo vamos a repoblar con especies autóctonas, las de aquí, que son las que nosotros tenemos la responsabilidad de conservar”, dijo.

El lago permanecerá seco una semana hasta que mueran todos los huevos y larvas. Después se procederá nuevamente al llenado y el Ayuntamiento, con la colaboración del departamento de Medio ambiente del Gobierno de Navarra, recogerá especies autóctonas del río Arga (chipas, barbos o madrillas) para otorgar vida legal a sus aguas en un proceso de seminaturalización del lago. “Algunas medrarán más y otras menos, pero por lo menos sabremos que son autóctonas”, concluyó Costero. Se calcula que las tareas estarán completadas en aproximadamente un mes, cuando podrán retirarse las vallas que rodean el perímetro del lago.

pesca eléctrica El procedimiento para pescar a estos animales, que se llevó a cabo ayer con el lago prácticamente vacío (la extracción de agua comenzó el lunes) fue el mismo que se emplea para hacer los muestreos. Los técnicos del departamento de Medio ambiente del Gobierno foral se cuelgan unas mochilas “como las de los Cazafantasmas” decían ayer en broma, con un cargador, baterías y una corriente continua. Pasan una pértiga con un aro por el agua y la descarga eléctrica atonta a los peces, que salen a flote aturdidos para facilitar su captura. Después llegó el momento más farragoso, el de rebuscar las especies que quedaban ocultas entre el fango. Sobre todo galápagos, crustáceos y pequeños alevines de perca americana o black bass, especie de la que ayer se contaron ejemplares por miles.

cómo proceder Desde el Ayuntamiento de Pamplona recordaron ayer que todos estos animales han llegado al lago de Mendillorri “bien por descuido bien de forma intencionada, ya que los dueños de galápagos y otras mascotas los sueltan cuando se aburren de ellos en algunas ocasiones en parques en lugar de avisar al Gobierno de Navarra que se hace cargo de ellos a través del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Ilundáin”. Los peces, insistieron, también llegan al estanque porque son introducidos por personas aficionadas a la pesca “que no son conscientes del daño que producen estos animales sobre la fauna autóctona local”.

Las capturas. 30 carpas de un metro y entre 10 y 12 kilos; dos siluros de metro a metro y medio con un peso de 10 a 15 kilos; 105 galápagos de Florida, algunos de más de 40 centímetros de longitud, 12 lucios, miles de percas americanas de hasta 30 centímetros y dos anguilas (estas autóctonas) introducidas de manera artificial.Futuro de la fauna. El departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra se ha hecho cargo de los animales, que serán sacrificados por un veterinario en aplicación de la normativa sobre especies exóticas invasoras.

Otras actuaciones. El Ayuntamiento de Pamplona ya inició antes del verano el proceso de limpieza de sus lagos artificiales e intervino en el estanque de Vistabella (Taconera) y en el del Sadar (parque Orfeón Pamplonés).

Agua a la red de pluviales. Los 13.000 metros cúbicos de agua del lago se han vertido a la red de pluviales. El agua se ha extraído mediante drenaje con la ayuda de un camión bomba.

Personal. Alrededor de 20 personas han participado en las labores de limpieza del lago, operación realizada por técnicos del área de Ecología Urbana y Movilidad en colaboración con el Gobierno de Navarra y el Tajo de Río del Ayuntamiento de Pamplona.

54.500

Euros. Es la cantidad presupuestada para la limpieza, que incluye la sustitución de la válvula de vaciado original por una más accesible que simplifique y reduzca costes de limpieza en el futuro. Se estima que el lago se mantendrá en buenas condiciones al menos durante 5 años.