“Llevo toda la vida planchando” o un escéptico “¿Qué me van a enseñar después de tantos años?” fueron las reacciones más habituales al enterarse de que la Tintorería Laura ofrecía cursos de plancha. Sin embargo, en este caso, la experiencia no es sinónimo de maestría, por lo que “planchamos mucho, pero lo hacemos mal”.
“El principal problema a la hora de planchar es la colocación de la ropa. Se pone súper mal y, además, se tiende a pensar que cuantas más veces se pasa la plancha, mejor queda”, explicó Montse Segura, formadora de plancha a nivel nacional con más de treinta años de experiencia y encargada de impartir los cursos en la tintorería de la calle Abejeras. Y es que, tal y como pudieron comprobar los 40 alumnos y alumnas del curso, planchar es un arte que pocos dominan.
“A mí me ha parecido buenísimo y muy práctico. No era consciente de todas las cosas que hacía mal planchando. Además, este método es muy cómodo y la ropa queda mejor”, confesó Yolanda, una vecina de Pamplona que no dudó en apuntarse al curso.
Y como ella, cuatro hombres y treinta y seis mujeres participaron en estos cursos en los que el objetivo era “ganar eficiencia y minimizar el tiempo” dedicado a esta tarea. “El curso ha constado de dos partes, una de teoría en la que Montse les ha explicado cuestiones sobre el lavado, planchado y cuidado de las prendas y otra de práctica”, apuntó Laura Azpilicueta, gerente de Tintorería Laura. Para poner en práctica lo aprendido durante las sesiones teóricas, las y los participantes contaban con “los mismos materiales que pueden tener en casa” y su propia ropa.
Y así, entre vapores y tablas de planchar, los participantes fueron desentrañando los secretos de la plancha y aprendiendo cómo proceder con cada tipo de prenda.
“A la hora de planchar una camisa hay que comenzar con el interior de los puños y luego marcarlos por fuera, teniendo cuidado con los botones o los gemelos, en caso de que haya. Luego, seguir por las mangas, el cuello, siempre de la derecha al centro. A continuación, los hombros y la parte de los botones por dentro, para no estropear la plancha o los propios botones. Luego, el lado derecho delantero, seguir por la espalda y acabar en el otro lado”, detalló la experta, que recordó que “en casa se suele planchar con demasiada temperatura”.
Además, Segura también explicó a sus alumnas y alumnos que “el vapor hay que usarlo solo cuando es necesario” para no mojar la ropa en exceso y conseguir un resultado óptimo.
más ediciones Visto el éxito de este primer curso, impartido durante tres días en varios grupos de hasta 10 participantes cada uno, Laura Azpilicueta aseguró que este curso “se va a repetir otra vez”.