pamplona - El 28 de febrero de 1948 apareció una nota en la prensa de Pamplona citando a los taurinos de la capital a una reunión que iba a tener lugar en el piso superior del bar Ginés, ubicado en lo que hoy es plaza del Vínculo y al lado de lo que en su día fue el cinema Alcázar, esquina con la calle Tudela. El motivo era cambiar impresiones entre los asistentes para poder fundar un Club Taurino en Pamplona.

A esta cita acudió un gran número de aficionados, por lo cual y entre todos procedieron a nombrar una comisión que se encargaría de dar los primeros pasos para tal proyecto, recayendo dicha comisión en las siguientes personas: Luis Lorda, abogado de profesión; Antonio Mendizábal, José María Purroy y Ángel Morales.

Fue el día 7 de marzo del citado año cuando esta comisión volvió a convocar a los aficionados a una asamblea en el mismo lugar (bar Ginés) para poner en conocimiento de todos la marcha de sus primeras gestiones, naciendo de esta manera el actual Club Taurino de Pamplona.

El local fue cedido por el dueño del bar, siendo ahí donde se instaló provisionalmente el nuevo club (piso superior de dicho bar) siendo centro de reunión de los aficionados hasta el año siguiente, que fue cuando la junta directiva decidió cambiar de domicilio, instalándose en el numero 18 de la plaza del Castillo, en el salón principal del primer piso, lugar que en su día fue el antiguo Hotel Quintana. Este edificio se encuentra en obras en la actualidad y, según hemos estado informados días atrás al detalle por DIARIO DE NOTICIAS, en los bajos había un sótano que al excavar un relleno de tierra ha aparecido parte de la muralla y los restos de una de las torres del primer castillo que dio nombre a la plaza.

El propietario de este hotel era Juanito Quintana. En las fiestas sanfermineras de antaño acostumbraban a hospedarse allí los toreros que acudían a la feria, toreros que a la hora de la corrida emprendían a pie el camino de la plaza de toros, enfundados en sus rutilantes trajes de luces, y seguidos de multitud de chiquillos y mayores.

También en este hotel fue donde llegó a hospedarse Ernesto Hemingway ( y no en el hotel La Perla, como mucha gente piensa) siempre que vino a Pamplona en su primera etapa, es decir, antes de la Guerra Civil española. Cuando se instauró la república, este hotel llegó a ser un lugar emblemático de la causa republicana, motivo por el cual, después de la guerra, a Juanito Quintana le confiscaron el hotel por simpatizar con la causa. Cuando Hemingway vino mas tarde, en los años 1950, se hospedaba en el hotel Ayestarán de Lecumberri.

Juanito Quintana llegó a ser el mejor amigo que tuvo en España el premio Nobel de Literatura y, de hecho, en su famosa novela y película Fiesta lo describe a Quintana como el hostelero Montoya. Quintana fue un personaje muy activo dentro del mundo de los toros en Pamplona. Como hemos visto, fue fundador de un club taurino, el primer empresario arrendatario de la plaza de toros de Pamplona, apoderado de toreros, y se relacionaba con artistas famosos de la época, así como con figuras de la torería. Llegando a ser durante muchos años el hombre de confianza del que fue rey de los empresarios, Eduardo Pajes.

En el año 1959, y por irregularidades de pago, el Club Taurino tuvo que abandonar este local, instalando provisionalmente su residencia en el bar Torino, emplazado en la plaza del Castillo, cuyos locales fueron ofrecidos gentilmente por su propietario, Martín Cotelo. Fue a la vuelta de un año (1961) cuando el Club Taurino volvió a inaugurar un local propio, adquiriendo en alquiler el piso principal del número 42 de la plaza del Castillo, local en el que el Club Taurino estuvo 40 años.

En el año 2001, el Club Taurino de Pamplona se instaló y tiene su sede actual, en el número 5 de la calle Emilio Arrieta, gozando de buena salud y desarrollando durante el año diversas actividades. Esperando llegar sin problemas a sus bodas de diamantes. ¡Que lo veamos! - C.V.